Veinte años después de su inicio, La familia de Juan Carlos I, del artista Antonio López, ya cuelga en la pared de la que será su casa permanente, el Palacio Real, incorporándose a la historia de cinco siglos del retrato real. Frente al cuadro El Príncipe de ensueño, de Salvador Dalí, la esperada y ansiada pintura de Antonio López pone broche final a la magnífica exposición que Patrimonio Nacional dedica a la historia del retrato real a través de 114 obras. «Me veo fenómeno, pero ahora estoy mejor, más descansado», afirmó ayer el rey Juan Carlos tras contemplar por vez primera, junto a doña Sofía, el retrato acabado de su familia.

En el propio catálogo de la exposición El retrato en las Colecciones Reales. De Juan de Flandes a Antonio López, se reconoce que pocas veces en nuestra historia reciente la creación de una obra de arte ha despertado tanto interés, suscitando una expectación inusitada. Y es que el cuadro no «corría prisa» para su autor, que ha invertido 20 años en finalizar su obra más esperada aunque «una más» para él, conocido por su afán perfeccionista y su atención al más nimio de los detalles. «Es un cuadro más. El cuadro de más tamaño de Velázquez que yo conozca es el de Las Lanzas, y no es el que más me gusta y ya está, no pasa nada. Pienso que si he hecho 300 ó 400 obras esta es una de ellas, a lo mejor la que tiene unas características específicas más apartadas de todo lo demás, para bien o para mal», confiesa el pintor. El presidente de Patrimonio Nacional, Rodríguez-Spiteri, reconoció ayer que «hemos sido muy generosos con Antonio López y él ha sido muy participativo. Hace año y medio le habilitamos un estudio y ha convivido con nosotros». Esta exposición ha sido un motivo que le ha animado a poner la firma y fechar la obra en 1994-2014 para que quede patente que ha tardado veinte años en elaborar este cuadro.