El desengaño y la decepción por el funcionamiento de las editoriales y el trato que se dispensa al autor fueron los detonantes para que dieran un paso más y se convirtieran en autores y editores, pero no solo de sus textos sino también de los de los demás. Así surgió desde Alicante escribidores.com, que no es una editorial online al uso, sino una plataforma abierta para dar la oportunidad a los escritores de cumplir la ilusión de publicar. Y de esta forma, como catalizadores de sueños, el teatrero Vicente Leal, el médico Andrés Botella y el abogado Enrique Botella crearon este «puente entre el autor y los lectores», para «generar una especie de ilusión en los autores para que publiquen». Con una característica fundamental: «No somos un negocio», apuntan.
Un autor contacta con escribidores.com, le ofrece un capítulo o dos de su texto y pone el precio libremente (entre 3 y 7 euros cuestan ahora los que ya están colgados). El 90 por ciento de lo recaudado por las ventas va para el autor y el 10 por ciento restante para el mantenimiento de la web. Es decir que invierten los términos económicos de las editoriales al uso. El único requisito: que los textos no atenten contra los derechos humanos, en el amplio sentido del término. «Cuidamos el contenido para que no sea inadecuado y exigimos un mínimo rigor ortográfico y sintáctico», apunta Andrés Botella.
Todo se empezó a fraguar en diciembre pasado y fue a mediados de año cuando la web se puso en marcha y se empezaron a colgar las primeras obras. En este caso, las suyas propias. No en vano Andrés y Enrique Botella han sido finalistas del Premio Azorín de Novela, y Vicente Leal ha firmado numerosas obras teatrales. «Los tres hemos publicado libros y hemos visto lo dificultoso que resulta y las trampas que tiene ese mundo», asegura Andrés Botella, autor de la novela Crónicas de Sincairén y el libro de relatos El vértigo del carrusel, entre otros. «Una de las cosas que nos preocupaba mucho eran las falsas expectativas y la falta de ilusión de las editoriales cuando contactas con ellas; si no son muy potentes, las únicas opciones son la edición propia o la coedición».
Consideran que las grandes editoriales «son castillos cerrados en los que no se puede entrar a no ser que tengas un agente potente» y que se llevan «buena parte» del beneficio del autor. Además, destacan que escribidor, según la RAE, significa mal escritor. «Pero para ser mal escritor la primera regla es que te dejen escribir y publicar; si no te dejan no sabes si eres bueno, malo o regular; lo que queremos es que haya gente que tenga esa oportunidad porque al final la moda y el negocio de las grandes editoriales dictamina qué debes leer y cuándo».
«Románticos que somos -bromea Andrés Botella- en principio queríamos montar una editorial en papel, pero el coste se nos iba de las manos , y dado que la tecnología acaba imponiéndose decidimos que a los mejor una buena opción era ir hacia el libro electrónico que requiere muchos menos coste para el autor y menos infraestructura. Lo que queremos es ampliar la visión literaria y cultural, que en Alicante está bastante tocada, y que la gente pueda comunicarse».
«La diferencia fundamental es que no somos un negocio -recalca Vicente Leal autor de obras como El practicante, El Guardia o La puerta-, las editoriales negocian con la ilusión del autor. Le dicen que cuesta 500 euros la publicación pero que debe pagar 1.000 y la mitad se la lleva la editorial, pero no está claro que el gasto sea así... eso pasa en muchas editoriales no en todas. Además se quedan con un 85 o 90 por ciento de la venta del libro». Por eso, «nosotros no pretendemos enganchar al autor y quedarnos con los derechos, lo que queremos es ser una plataforma en la que el autor tiene la libertad absoluta de irse a otra editorial, publicar en papel... la obra es suya».
«Nosotros no somos una empresa, somos una asociación así que el autor es dueño de su obra», afirma Enrique Botella, que acaba de publicar en papel Escarcha en el pelo. «Lo que vende una editorial en papel no se sabe, es imposible controlarlo». En este sentido, destaca que «lo único que pretendemos es que llegue a la gente y que pueda acudir, bien para publicar o bien para leer obras que no llegan al mercado editorial».
Novela, teatro, relato, poesía y grafismo son las categorías establecidas en escribidores.com y ya son casi una veintena de obras de cuatro autores las que se pueden adquirir. Además, la página cuenta con una sala de lectura gratuita, generalmente con relatos cortos. «Hay gente que escribe algo y lo que quiere ver es si le gusta a la gente, para eso esta la sala de lectura», concluye Enrique Botella.
