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Una galería de arte en 64 páginas

El ilicitano Tente Bañón pone en marcha The Klein Press, una editorial de libros de artista concebidos como una exposición realizada ex profeso para la publicación

El editor de The Klein Press, con los tres primeros números de la colección. héctor fuentes

Intentar tocar un Matisse le puso de patitas en la calle en la Tate Gallery de Londres. Por eso sabe que la experiencia física de ver una obra de arte es insustituible. Pero también, por esa misma razón, es consciente de que un libro puede ser en sí mismo un objeto artístico que se toque, se huela, se mire y se admire. Y dándole vueltas a este concepto, el ilicitano Tente Bañón puso en marcha un proyecto que aúna sus dos pasiones: los libros y el arte.

The Klein Press es el resultado de esta reflexión, convertida en editorial de libros que no tienen fácil definición. Son libros de artista, puesto que el autor elige el diseño, el papel, el material, la distribución de sus trabajos, pero podrían considerarse también como una galería de arte en papel ya que incluyen trabajos de los creadores realizados expresamente para esta publicación.

«Es como si fuéramos una galería en papel y cada volumen se convierte en una exposición porque cada artista trabaja en ese proyecto, no es un simple recopilatorio ni un catálogo», asegura. «Los artistas piensan en todo, hacen las obras que van a incluir en el libro, eligen cómo se colocan, el orden, incluso lo que sería el equivalente a la luz y el sonido en un espacio físico, se trata de traspasar esos conceptos al papel». Las únicas condiciones son respetar el lomo, el tamaño y la página de créditos, «porque es una colección».

De hecho, «mi intención es plantear el libro como otro modo de expresión, como una forma de hacer arte con las obras del artista; igual que te enfrentas a un lienzo en blanco pues tienes 64 páginas para crear, y ahí empieza la diversión». De esta manera, la colección se concibe como un museo, «aunque un museo no especializado sino de distintas disciplinas del arte, se trata solo de que sean obras muy visuales y de gente que a mí me gusta».

Presentar el proyecto con tan solo un libro le parecía a Tente Bañón restar relevancia a esta iniciativa. Con tres se puede ofrecer de forma más clara la filosofía que guía The Klein Press. Eso será hoy, en Parking Gallery de Alicante, a las 20 horas, con la presencia del editor y de los tres artistas que inauguran la colección. Empezó con el ilustrador Juan Castaño y su Kawaii Ink. Y le han seguido el ilustrador y pintor Juan Palomares con Vacant lot y el artista multimedia y fotógrafo BoloBlas con MuseuMofMotherArt. Tres artistas, tres formas de ver el arte y tres interpretaciones muy diversas plasmadas en papel.

Juan Castaño (Cartagena, 1976) es ilustrador y propone una visión muy particular del mundo del tatuaje vintage desde una perspectiva oriental, pero actualizando los motivos clásicos. Juan Palomares (Granada, 1986) presenta el cuaderno de un viaje imaginario en busca de los límites del deseo. BoloBlas (Fuensalida, 1984) abre una ventana a los años 70, con fotografías que plasman elementos de la decoración castiza y el kitsch español, filtrados por la estética del universo de Internet.

Para Tente Bañón, «son conceptos y propuestas totalmente distintas y se trata de eso, pero todos son artistas que se salen de las líneas habituales del arte». Los límites, asegura, «no existen». Solo los que impone una máquina. «Todo lo que puede hacer una máquina lo hacemos y si no puede, lo intentamos solucionar».

Los números 4 y 5 ya están en marcha, uno de collage de Erre Gálvez -diseñador de la colección y de la marca TKP- y otro de la pintora Elia Tomás.

Pero hay una cosa fundamental en The Klein Press: «Todo esto si no es divertido no vale la pena». De ahí, «el humor con el que se juega, ofrecer un regalo en cada libro, las portadas... en el momento en que sea un aburrimiento se acabó».

Por cierto, The Klein Press es un guiño a Yves Klein, pintor fetiche de Bañón, y además en alemán significa pequeño. «Eso le daba más juego porque somos una editorial pequeña». Y sin ánimo de lucro, puntualiza. Con los 29.90 euros de cada ejemplar no hay ni para el papel. «Solo queremos conseguir que a una persona le apetezca más tener una obra de arte».

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