¿Qué haría Fofito si no estuviera bajo una carpa?
Pues estaría en casa jugando con sus nietos. Estoy pensando ya en retirarme, quizá es la última gira que hago por España. Lo que me mantiene en pie para salir a la pista es la ayuda a la ONG de la Fundación Española contra el Cáncer Infantil con la venta de DVD en los circos. Y además es que ya estoy viejito, aunque si tengo que ayudar, Fofito se pondrá la nariz y los zapatos.
¿Qué hace en Alicante con el circo Wonderland?
Yo actué con los que crearon ese circo y ahora trabajo con los hijos y con los nietos. Es muy bonito. Hay acróbatas, equilibristas... pero animales no nos han permitido. Tenemos claro que van a ir desapareciendo.
Eso es porque se dice que se les maltrata.
Dicen que somos maltratadores por tenerlos en jaulas, pero ¿dónde los vamos a tener? Y esos animales han nacido y vivido en el circo y no se les puede dejar en libertad porque no saben cazar ni sobrevivir. Llamas al zoo para regalarlos pero no los quieren y hay que buscarles un sitio. Lo del maltrato es falso, el domador vive de sus animales y procura tener la mejor alimentación y la mayor comodidad para ellos. Si hace frío tienen su calefacción y si hay calor se le refresca...
Los Payasos de la Tele, con su padre, sus tíos y sus primos, marcaron un ante y un después en el concepto de esta profesión. ¿Cuál fue su mayor acierto?
La verdad es que no se esperaban que cuatro personas que eran payasos supieran tocar instrumentos, manejar una cámara de televisión, iluminar un plató... Veníamos de hacerlo en América muchos años y se quedaron sorprendidos, también con los trucos que sabíamos para hacer los números. La suerte que tuvimos es que llegamos con un solo canal de televisión. No había otra opción. Y el mayor logro es que fue una ventana a la gente increíble y todavía me siguen pidiendo las canciones de mi padre que murió hace 38 años.
Es verdad que sus canciones las siguen cantando niños pequeños, nacidos ya en el siglo XXI, igual que sigue siendo un auténtico himno el grito de «¿cómo están ustedes?».
Lo hermoso de Fofito es que está cantando para tres generaciones, el abuelo, el padre y el niño. Y eso es precioso. Ya solo me falta poner en el DNI «¿cómo están ustedes?». Ese es el saludo.
A través de la televisión llegaron a millones de personas. ¿Echa de menos que el mundo del circo no esté presente en ninguna cadena?
Sí, pero en cualquier momento podemos volver a saltar a televisión. Podría ser un éxito. Mis nietos ven las cintas de nuestros programas de televisión con sus amigos como si se hubieran hecho la semana pasada.
De todas formas, el circo también han cambiado, hay una concepción distinta al circo tradicional, como por ejemplo El Circo del Sol.
El Circo del Sol tiene pinceladas del circo auténtico pero es un espectáculo musical muy bien acompañado. Es circo evolucionado. Pero por mucho que cambie, mientras exista un niño existirá un circo, aunque a los empresarios se les pone muy cuesta arriba tener que llevar ese volumen de camiones, los permisos, los seguros y lo de los animales.
¿Los niños y el público en general se ríen de las mismas cosas ahora que antes?
No. El niño está muy espabilado, entonces Fofito tiene que esconder el final de la parodia o los chistes y sorprenderles, porque antes el niño iba al circo y estaba callado. Hoy canta, te habla, como si fuese un amiguete del barrio. El niño tiene wifi, ordenador y está mucho más informado que los niños de hace 20 años. La ingenuidad sigue siendo la misma, cree en las mismas cosas pero hay que sorprenderles de otra manera.
Ha actuado en Torrente 3 y Balada triste de trompeta, ha puesto voz al payaso de Toy Story 3; en televisión hizo un anuncio... ¿Qué planes tiene?
Tengo un sueño que es cantar con amigos como Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Julio Iglesias, los cantores de Híspalis, Rosario y Lolita... para hacer un disco de los 50 años de Fofito como payaso. Me gustaría que saliera en septiembre de 2015. Imagínate a Montserrat Caballé cantando La gallina Turuleta conmigo...
