Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Paloma San Basilio, cantante

«Tengo el ego bastante controlado»

La cantante Paloma San Basilio. INFORMACIÓN

¿Cuarenta años pasan rápido?

Pasan muy rápido. Hay una sensación inconsciente del paso del tiempo y te das cuenta de que hay cosas que no hiciste, que no guardaste todos tus discos... Han sido cuarenta años de intensidad musical con miles de conciertos, treinta y tantos discos... Menos mal que no pesan porque, si no, sería mucha carga (ríe).

¿Así que no guarda todos sus discos?

Es que soy una cantante bastante atípica con un ego bastante controlado. Yo, la vida, y cada momento, la vivo con plenitud, pero no acumulo y me doy cuenta un día de que tal disco se lo di a alguien o que me falta algo. Me pasa con todo, igual me sucede con los premios, con los discos de oro o de platino... Forman parte de mi vida, pero mi vida soy yo.

¿De verdad quiere retirarse de los escenarios?

Ya llevo cuarenta años pensándomelo. He sido lenta pero segura (ríe). Hace años que me decía: «En algún momento acabaré», y pensaba en el año 2000, pero luego empecé con musicales y al final me lié. Y ahora es un momento estupendo para dejarlo, y dejarlo bien. Ahora la compañía va a sacar un disco y ves todo lo que has cantado... Yo creo que es un momento fenomenal. El día 11 saco mi primer libro, quiero cambiar de ciclo. He estado tan bien en el ciclo donde he estado cuarenta años, que no quiero que me atrape.

Pero no es una cuestión de edad, porque hay gente mayor que usted, como el Dúo Dinámico, que sigue en el escenario.

No me gusta agotar los tiempos y creo que tengo que terminar cuando las cosas están en plenitud, cuando la voz está bien, los sitios están llenos de gente...

¿Y no es más difícil irse así?

A mí me parece más difícil lo contrario y hacerlo cuando estás mal. Prefiero irme antes de que me echen, y no lo digo porque crea que me vayan a echar dentro de poco. El escenario tiene un nivel de exigencia muy alto y mi voz ahora aún está bien.

¿Cuándo acaba la despedida?

Empezamos el año pasado y la cerramos en diciembre, un año y medio entre América y España.

¿Lleva la cuenta de cuántas veces ha cantado Juntos?

No lo sé, pero menos que No llores por mí Argentina, que estuve tres años con el personaje. Fíjate, son dos canciones que salieron juntas el mismo año, y son tan opuestas, como la luz y la sombra. Y las dos me han definido después: yo soy una mezcla del dramatismo de una y del concepto lúdico de la vida de la otra.

Y ahora sale su biografía: La niña que bailaba bajo la lluvia.

No es una biografía al uso. Es la historia de una niña que nace en la España de los 50, que cuenta cómo se vivía en esa época y la evolución de esa niña trashumante que desemboca en ser cantante. La parte artística también está retratada pero sin ser una enumeración de actos, y también hay un relato de mis viajes. No es una historia de cantante, aunque hablo de momentos buenos y duros, en presente y en flash-back.

Pero también está escribiendo una novela...

Sí, mi primera novela, estoy con la parte pesada de la documentación porque es una novela ambientada en una época sobre una familia imaginaria y tengo que buscar el entorno de los personajes. Es muy interesante y apasionante. Siempre me gustó escribir, desde pequeña escribo poemas, y la editorial Random House Mondadori me lo propuso.

Y pinta...

Sí, me gusta pintar. Yo soy aprendiz de todo y maestra de nada, sin ninguna aspiración. Las metas no son ya importantes, el recorrido es lo que me interesa.

¿Y se plantearía volver a un escenario como actriz?

La única opción sería si me propusieran una pequeña comedia teatral, que no me exija estar un año dando vueltas. Hacer funciones todos los días es un peso que no podría asumir.

¿Cómo será su último concierto? ¿Sabe ya dónde?

Siguiendo la tónica, no tengo nada preparado. Creo que de momento el último será en Elda en diciembre, luego haré dos conciertos con Los Niños del Coro y un concierto final, pero cualquier escenario es bueno para decir adiós. Ya sea el Carnegie Hall o un pequeño teatro cualquiera, será precioso. Levante siempre me ha dado muchísimo cariño y sería una bonita manera de irse.

¿Cómo querría que le recordaran?

Como la gente quiera y me necesite. Si no se acuerdan de mí tampoco pasa nada porque pensar en trascender es una presunción un poco innecesaria.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats