El músico Jordi Savall ha señalado que rechazar el Premio Nacional de Música 2014 ha sido "doloroso", porque es un reconocimiento que agradece al jurado, pero se ha mantenido en su negativa, porque los diferentes gobiernos "no han cumplido la tarea de ayudar a la cultura".

En una multitudinaria rueda de prensa, bajo un busto de Carlos III en una de las salas de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, el compositor ha mantenido que en España no se ha trabajado para que la "Cultura estuviera presente en la vida de las personas y fuera accesible a todo el mundo".

A la vez, ha reiterado que, a lo largo de su trayectoria, "siempre" ha recibido "una total negativa a poder desarrollar proyectos" por parte de la administración y ha resaltado que, mientras que otros países como Francia hace años que cuentan con una Ley de Mecenazgo, en este país todavía no se ha aprobado ninguna.

A modo de ejemplo, ha comentado que la única entrevista que ha mantenido con un ministro de Cultura español fue en los años noventa cuando el titular era Jordi Solé Tura.

Por el contrario, ha indicado que sí se ha reunido con los máximos responsables culturales de Francia, Alemania o Bélgica. "Quizá, no me he arrodillado lo suficiente", ha ironizado.

En las últimas horas, tampoco no ha recibido ninguna llamada del ministro José Ignacio Wert, alguien a quien no ha visto nunca en un concierto, pero ha explicado que él ha sido difícil de localizar por estar viajando, puesto que ayer estuvo en Valladolid, donde fue muy aplaudido.

Asimismo, ha criticado la "ignorancia brutal" de los niveles más altos de la política respecto a la música antigua. "La ignorancia es uno de los defectos más grandes del ser humano, el otro es la falta de memoria", ha apostillado.

Ha negado, de forma taxativa, que su decisión tenga algo que ver con el proceso soberanista que se vive en Cataluña -aunque ha vuelto a posicionarse a favor de que se pueda celebrar una consulta- y ha remarcado que su renuncia es "estrictamente personal, en relación con la situación de la música y la cultura en general".

Sin embargo, sí ha reiterado que debe encontrarse una "solución política" al momento actual y ha considerado que los países pequeños, en la actualidad, son los que mejor capean la crisis, citando a algunos como Dinamarca.

En su comparecencia, Savall no ha eludido que "una parte de los españoles viven en una situación límite de pobreza, mientras un cincuenta por ciento de los jóvenes no tendrán un trabajo digno y algunos ninguno, algo que es horroroso".

"No somos lo suficientemente conscientes de que deberíamos movernos para cambiar las cosas, porque si no cambiamos nos atrasamos como sociedad, como seres humanos", ha apuntado.

Como ya hizo ayer en la carta que envió a Wert, hoy ha vuelto a citar a Dostoyevski y su sentencia según la cual "la belleza salvará al mundo", pero primero se debe "conseguir que las personas tengan una vida digna".

Además, ha recordado que si en España hubo genios de la música religiosa fue porque las iglesias invertían en ellos, pero en un mundo globalizado, "la burguesía tampoco invierte y el dinero se va hacia otros lugares como paraísos fiscales".

Jordi Savall no sabe si su decisión "servirá, pero era la única cosa que podía hacer". "Espero -ha concluido- que sirva, porque en la vida todo tiene consecuencias, y espero que esto las tenga, pero no para mí, sino para los jóvenes, que haya cambios de cara a las nuevas generaciones".

Además, ha insistido, dirigiéndose a los actuales gobernantes, tanto de España como de Cataluña, que deben ser "conscientes de que es necesario hacer algo para el patrimonio musical" y ha agregado: "los músicos son museos vivientes, sin ellos, hoy habría repertorios olvidados, lo que me preocupa, porque la música es un medio de educación fundamental".