Dar una visión artística al mundo de la moda es lo que se ha propuesto hacer el diseñador alicantino Martín Pérez Ripoll, que hoy inaugura a las 20 horas su primera exposición individual en la Lonja de Alicante, dentro del ciclo Arte último. 21 días, comisariado por Eduardo Lastres y Guillermina Perales.
Pérez Ripoll homenajea en la instalación titulada Más al pantalón vaquero, «una de las prendas más importantes del siglo XX, que he descompuesto y, en vez de aplicarlo a un vestido lo he llevado a una pieza artística», apunta el diseñador, que ha elaborado un gran mural con trozos de vaqueros donados por sus amigos entre la pared y el suelo.
También presenta tres vestidos concebidos como esculturas con este tejido a partir de formas geométricas, así como dos dibujos de gran formato en las paredes con ese color azul jeans, en el que reivindica su faceta de dibujante y diseñador.
Durante la inauguración, Pérez Ripoll realizará una performance que prefiere no desvelar al público, de la que solo indica que «tendrá que ver con el color azul», mientras que otro día realizará un acto de agradecimiento a quienes han colaborado en la donación de sus prendas vaqueras.
Pérez Ripoll (1962) señala que es la primera vez que lleva a una muestra esta propuesta, aunque ha desarrollado algunas actividades anteriores en galerías y ha colaborado conjuntamente con la artista plástica Olga Diego.
Los comisarios del ciclo apuntan que esta exposición se encuadra en la línea abierta a otras disciplinas, como ya hicieran antes con ilustradores, poetas o incluso cineastas para «reivindicar aspectos multidisciplinares del arte en Alicante».
Consideran que Pérez Ripoll «es un artista que conoce el cuerpo humano, sus formas y volúmenes y que, jugando con su cubrir y descubrir de estas formas, demuestra que se puede crear belleza, estética, diálogo».
Los comisarios añaden que «el arte del vestir ha supuesto una de las investigaciones plásticas más importantes para crear la imagen propia de distintas jerarquías sociales» y recuerdan que hoy los grandes diseñadores han entrado en los museos y «algunos diseños y tejidos son imágenes universales, como el traje Mao o el vaquero».
