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Diario de un ocioso

Perdido en Heterolandia

Perdido en Heterolandia INFORMACIÓN

1. Paraíso en Sodoma

Domingo, 12/10/2014. Teatre Arniches, Alicante. Concierto: Dorian Wood. Ciclo: ¡Atiende Alicante! Entrada: 10 euros.

Al llegar a casa, después del concierto, había un gran tumulto. Arremolinados y vociferantes, incapaces de hacer una cola ordenada que facilitase la tarea, me esperaban decenas de adjetivos. Al final, he tenido que ponerme serio. Tú, sí; tú, no. Y al que se ha puesto insistente o grosero, lo he despachado con malos modos. Como me cabían 22, con 22 me he quedado. Y son: instintivo, orgiástico, dionisíaco, transido, exuberante, teatral, telúrico, orondo, provocador, delicado, afinado, poseso, demoníaco, recogido, frágil, ritual, expansivo, apolíneo, electrizante, moral, epatante y diatópico. Y más, mucho más. Toda la paradoja, todo el horror, toda la belleza y toda la furia recorriendo kilos y kilos de voz y de carne. Como un buda moreno, como una forma de vudú musical y escénico. Atravesando las escalas, somatizando el ritmo, acariciando el cerrojo antes de abrir la puerta para que el viento arrasase con todo. Y maricón, muy maricón. Tan maricón como cualquiera. Esa era la postura, la actitud, la declaración de intenciones, la advertencia inicial: impresa en blanco sobre una camiseta negra. Maricón. Y por eso, a partir de eso o por encima de eso, un artista enorme en un recital memorable.

2. Testosterona

Lunes, 13/10/2014. Cine. Película: Bullhead. Director: Michaël R. Roskam. Filmin. VOSE. Alquiler: 2,95 euros.

Esta película te disgustará si cumples alguno de los siguientes requisitos: te estás ciclando y no quieres reconocerlo; estás muy unido a tus genitales; sufriste malos tratos de niño; los lunes por la tarde te da el bajón; los dramas los vives como un drama; estás a punto de caramelo; eres vegetariana o te dan miedo las agujas.

3. La banalidad del bien

Martes, 14/10/2014. Libro. Título: Eichmann y el Holocausto. Autora: Hannah Arendt. Editorial: Taurus. Precio: 6,99 euros.

No me preocupa. Me aburre, me cansa, me desespera, me vence. Aprendemos poco, tarde y mal. Hacemos oídos sordos a cuestiones que ya están explicadas, escritas y contrastadas. Por que nos interesa, porque les interesa. Porque nos conviene, porque les conviene. El mundo, la sociedad, la realidad (supongamos que está ahí) interpretada en código binario: azul o rojo, hombres y mujeres, buenos y malos, gordos y flacos, altos y bajos, sano o nocivo, verdadero o falso. Y casi nunca es así. Quizá en un laboratorio, en un cultivo, en un experimento. Pero en la vida, no. En el mundo de las ideas, menos. Está el sinónimo, el matiz, el derecho a no comulgar, el repudio al rebaño, la conciencia, la libertad de pensamiento y acción. Es más costoso, sí. Pero, a la larga, tiene más rédito. O no. Pero puedes no sentirte, al menos, cómplice del engaño y la manipulación. Porque como sostuvo Hannah Arendt, hay un mal porque sí: banal, inconsciente, funcionarial, sistémico, absurdo e inexplicable a los dictados de la razón. Pero también hay un bien pueril, inocuo, vano, anodino, cegado y ciego. Un bien que no contiene más bien que su pretensión de serlo, que el acto de perpetrarlo y que tan sólo alcanza a ocultar y maquillar aquello que intenta vencer.

4. Modiano

Miércoles, 15/10/2014. Literatura. Autor: Patrick Modiano. Libro: En el café de la juventud perdida. Precio: 14,50 euros.

Hala, ya está. Ya he leído a Modiano. Asunto resuelto. Ya puedo ir de aquí para allá sin el temor de que alguien me pregunte y no saber qué responderle. Y me gusta, sí. Me gusta porque me reconozco. Por el uso de varias voces, en primera persona, que se escuchan como un solo narrador. Por esa literatura que sin hilvanar un hecho con otro, consigue atrapar un ambiente, un todo a través de fragmentos: algo que está ahí, algo que sólo avistamos. Como el deseo. Como la memoria. Y por líneas como estas: Había en París zonas intermedias, tierras de nadie, en donde estaba uno en las lindes de todo, en tránsito, o incluso en suspenso. Podía disfrutarse allí de cierta inmunidad. Y no se refiere exactamente a los no lugares ni a las afueras. Y tampoco señala las urbanizaciones. Aunque a mí me lleve hasta allí. Y a los conocidos versos de Rafael Cadenas -Yo que no he tenido nunca un oficio/que ante todo competidor me he sentido débil/que perdí los mejores títulos para la vida / que apenas llego a un sitio ya quiero irme- que tanto consuelo me dan cuando paso, andando o conduciendo, bordeando la verja. A Heterolandia, a los templos de la monogamia, a esos edificios que hay tras la valla. Reducto de lo peor y lo mejor que somos y hacemos. Que asemejan cárceles, centros de internamiento, campos o bloques de concentración en los que sentirse presos y a la vez libres y seguros del otro, del diferente. Del más rico y del más pobre. Donde a cambio puedes ver en bañador al barrigudo, presuntuoso y deleznable vecino del 5º. Donde compartes agua y cloro con la familia -conjuntada, armónica y odiosa- del 3º B. Donde, incluso, una vez al año, puedes disfrutar de barbacoa y fiesta temática y celebrar la vida con aquellos que nunca elegiste y a los que te une una invencible hipoteca. Sin escaparates, sin kioscos, sin estancos. Monocorde, uniforme: distinto pero igual. Donde las noches de insomnio, puedes escuchar el tic tac de los relojes biológicos que miden el tiempo que resta para tener la parejita. Donde, la misma noche de insomnio, puedes contar los minutos que faltan para que la alarma de un despertador ajeno anuncie la hora del día. Heterolandia, la familia, los cumples de los niños, las derramas, el mantenimiento del jardín, el tensado de la red de la pista de tenis, la revisión del ascensor. Ya, lo sé. Yo también me estoy poniendo malo. Yo también me siento extraño en el paraíso.

5. Papel

Jueves, 16/10/2014. El Paseo Vintage, Elche. Exposición: En el camino... Artista: Ana Ferrández Bañón. Entrada libre.

Acierto: visitar la tienda/sala de exposiciones sin saldo en el banco. Error: calcular mal los tiempos e irme el penúltimo. Acierto: volver a encontrarme con P. y con C. Error: decir en voz alta la primera estupidez que se me pasa por la cabeza. Acierto: haber conocido a la artista. Error: todo lo demás.

6. Palabras y libros

Viernes, 17/10/2014. Librería Pynchon & Co., Alicante. Parking: 2,95 euros.

Qué cruz, Maricruz. Después de una semana de lío en Río -de la compañía de seguros a la inmobiliaria, del médico al banco; de llamadas sin respuesta, de respuestas sin llamada-, me descuido y va la RAE y me publica un diccionario. El 23º, dicen. Casi 100 pavos. Pues mira lo que te digo, RAE: no, no y no. Que si ahora wifi sí. Que si ahora friki también. Pues va a ser que no. Por dos razones: mis días de sherpa pasaron y no me veo arrastrando esa carga sobre mis espaldas y además, ya tomé una decisión: ediciones críticas, ensayo, libro académico y diccionarios en soporte electrónico. Que ni soy Connery ni esto es El nombre de la rosa. Y además, a mí los atriles me afean. Poesía, en papel. Y el resto, depende. Multinacionales, emporios mediáticos, libros en tapa dura y con brillo: el más barato. Pequeñas editoriales y autores en régimen de subsistencia, en papel. Y de aquí no me bajo. Ni me apeo. Mientras, me felicito de la apertura de esta librería. Bonita, cómoda y bien iluminada. Emulando el nombre -con distinto autor- de un espacio mítico. De momento, sólo he oteado. Seguiré fiel a mi librero y a mi nuevo canon pero, al menos, ya hay otro sitio donde refugiarse. E invertiremos también aquí. Lo que se pueda. Y viviremos, como debe ser, por encima de nuestras posibilidades. Que, según cuentan, son pocas o ninguna. Ni caso.

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