El cardenal Antonio Cañizares afirmó ayer en la homilía de su toma de posesión como arzobispo de Valencia (y también de otros 63 municipios de la provincia de Alicante) que se viven tiempos «nada fáciles», en los que la fe está siendo sometida «a pruebas extremas».

«En esta marcha oscura por el desierto de tiempos de increencia y de una cultura de muerte, Cristo sigue viviendo en nosotros», dijo durante la misa celebrada en la Catedral de Valencia, para añadir que Dios «no abandonará a los hombres».

Cañizares, que sustituye a Carlos Osoro, aseguró que no lleva «ningún programa pastoral previo» a la archidiócesis de Valencia, y que continuará «el camino que está en marcha».

Al tiempo, afirmó que quiere vivir «sin buscar para nada reconocimientos de ningún tipo ni defendiendo ningún interés que no sea el del Evangelio y la atención a los hombres, especialmente los predilectos del Señor, que son los pobres, los últimos, los pecadores, los indefensos, las víctimas de cualquier violencia o agresión, los enfermos, los débiles y sencillos».

La misa del cardenal Antonio Cañizares, natural de la localidad valenciana de Utiel, estuvo presidida por el nuncio apostólico del Papa en España, Renzo Fratini, y fue concelebrada por cinco cardenales, 48 arzobispos y obispos y cientos de sacerdotes de la diócesis, informó el arzobispado.

Así, concelebraron la misa cardenales como Antonio María Rouco Varela, arzobispo administrador apostólico de la diócesis de Madrid, y el anterior arzobispo de Valencia Carlos Osoro, nombrado arzobispo electo de Madrid, quien participó en el acto religioso.

También asistieron representantes del ámbito político en la Catedral, como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra; el presidente de Les Corts, Juan Cotino; el delegado del Gobierno, Serafín Castellano, varios consellers y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Los expresidentes del Gobierno valenciano Francisco Camps y Eduardo Zaplana también acudieron a la misa, así como los exministros Ángel Acebes y José Bono.

En la catedral se instalaron ocho pantallas de 50 pulgadas para que los fieles pudieran seguir la ceremonia de toma de posesión y la misa, y se habilitaron 1.500 sillas plegables colocadas en las naves laterales para aumentar su aforo, estimado en unas 700 personas.

Papa

El papa Francisco aseguró en las Letras Apostólicas del nombramiento del cardenal Antonio Cañizares como arzobispo de Valencia, que el purpurado «está colmado de singulares dotes humanas, cristianas y sacerdotales».

En el documento, el Papa afirmó que el cardenal Cañizares tiene «excelente doctrina y gran experiencia que han conseguido guiar por los caminos del Evangelio la grey abulense, granadina y toledana así como ejercer prudentemente el cargo de prefecto para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos». Igualmente, el Pontífice exhortó a los fieles valencianos a que «secundéis asiduamente los saludables preceptos de Cristo».