El músico catalán Albert Pla lleva 25 años de carrera marcada por letras que, desde la ironía y la sátira, rechazan todo tipo de poder. Ahora, ante la proliferación de plataformas ciudadanas y grupos como Podemos, se muestra rotundo: «Los mataría a todos antes de que empezaran a hacer daño».

Al autor de «La dejo o no la dejo» y «Carta al rey Melchor» no le son ajenas las polémicas ocasionadas por algunas de sus canciones, sus declaraciones -dijo que le daba «asco» ser español- o incluso sus espectáculos -como el reciente Manifestación, en el que se ve atrapado en una movilización permanente-.

Así, y porque siempre asegura que le da «miedo» cualquier político, expresa su actual temor a los colectivos asamblearios que apuestan por una democracia participativa y reivindican más poder para el pueblo. «Les mataría antes de que empezaran a hacer daño, ¿sabes?», expone en una entrevista coincidiendo con el estreno de la última película en la que participa y el inicio de una nueva gira.

«Ahora que todavía no llevan guardaespaldas, es mejor. Si no, luego, la vamos a liar otra vez, y ya no podremos hacerlo... ya tendrán servicio de seguridad, guardaespaldas... bancos que les respalden... votantes... Es mejor acabar ahora», explica Pla con su habitual tono pausado pero la radicalidad y el sarcasmo que le caracterizan.

Es de Sabadell y vive cerca de Girona. Y aunque se pregunta «por qué no» una Cataluña independiente, en estos días de debates sobre secesiones asevera que a él, en realidad, le importa «poco» la independencia, que está en el número «195» en su lista de prioridades. «Si me dicen que Catalunya es independiente, dices "¡ah, pues qué bien!". Y, si no, pues también. Me la suda un poco», reconoce.

Ahora bien, la consulta que finalmente ha convocado el presidente de la Generalitat, eso sí que ni le va ni le viene. «Que hagan lo que quieran. Yo no he votado en mi vida ni pienso votar en mi vida, y jamás he hecho declaraciones nacionalistas», subraya.

Y también lamenta el actual panorama musical: «Como ya la cosa está tan... como ya nadie saca discos...», expresa, dubitativo, antes de retomar su filosofía usual para aseverar que «uno sigue haciendo canciones» y las sigue «cantando».