Tras la celebración del matrimonio por sorpresa la noche del pasado sábado en el Hotel Aman, ayer se pudo ver a Clooney, de 53 años, y Alamuddin, de 36, en su ya famoso taxi acuático «Amore» por el Canal Grande de Venecia. Esta vez no se escondieron: Clooney, con traje gris claro y corbata, y Alamuddin, con un vestido corto de encaje y pétalos rojos, saludaron a los fotógrafos ya convertidos en marido y mujer.

Pero lo cierto es que la boda del sábado, a la que asistieron unos 200 invitados, no tiene validez legal en Italia, por lo que hoy, sobre el mediodía, tendrán que acudir al Ayuntamiento de Venecia para firmar las actas.

Respecto a la celebración, se esperaba más presencia de Hollywood, ya que solo se dejaron ver la actriz Ellen Barkin y los actores Matt Damon, Grant Heslov, Bill Murray y Miguel Ferrer, mientras que no llegaron a la Ciudad de los Canales ni los recién casados Brad Pitt y Angelina Jolie, ni Sandra Bullock o Cate Blanchett.

Clooney, soltero empedernido tras haberse divorciado en 1993, eligió la romántica Venecia para dar su «sí quiero» a Amal Alamuddin y convirtió la ciudad en un escenario «hollywoodiano» con fiestas, cenas y, sobre todo, cientos de periodistas de todo el mundo a la espera de «robar» algún detalle.