El español Carlos Vermut (Madrid, 1980) fue ayer el gran ganador de la 62 edición del Festival de cine de San Sebastián, ya que obtuvo la Concha de Oro a la mejor película por Magical Girl, y también fue galardonado con la Concha de Plata al mejor director. Un doblete que no se producía desde 1997, con Claude Chabrol y su película Rien ne va plus.

Protagonizada por Luis Bermejo, José Sacristán, Bárbara Lennie y Lucía Pollán, el segundo largometraje de Vermut -después de su debut con Diamond Flash- es cine negro en estado puro, ambientado en Madrid y con referencias a los tebeos mangas.

La Concha de Plata al mejor actor fue para Javier Gutiérrez, por La isla mínima, quien a través de su compañero Raúl Arévalo, reconoció que con este galardón «le tiemblan las piernas y se le quiebra la voz». La Concha de Plata a la mejor actriz recayó en Paprika Steen, por su interpretación en la película danesa Silent Heart, de Bille August.

El Premio del Jurado a la Mejor Fotografía se lo llevó Álex Catalán por La Isla Mínima.

La mexicana Güeros, de Alonso Ruizpalacios, consiguió el Premio Horizontes Latinos de la 62 edición del Festival de Cine de San Sebastián. El jurado reconoció la «osadía formal de su lenguaje cinematográfico y el humor al retratar la ciudad de México». Catorce películas de México, Chile, Brasil, Uruguay, Colombia y, sobre todo, Argentina, que acaparaba más de la mitad de la selección, competían en Horizontes Latinos por un premio de 35.000 euros.

La película documental The Salt of the Earth (La sal de la Tierra), de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado, se llevó el Premio del Público.