Avalada por una intensa carrera en la que figuran algunos de los grandes títulos del cine de los últimos años, Jessica Chastain clama por una comedia después de varios personajes rotos por la pérdida como en La desaparición de Eleanor Rigby que promociona en San Sebastián.

Chastain (California 1977) llegó el domingo a la capital guipuzcoana donde ha destilado «glamour» en cada una de sus apariciones ante la prensa en la 62 edición del Festival de Cine de San Sebastián.

La desaparición de Eleanor Rigby, que supone el debut como director de largometrajes de Ned Benson y está producida por Chastain, es la culminación de un trabajo de nueve años que trata de narrar el amor de dos personas que ven sus vidas resquebrajadas ante una pérdida que no pueden superar.«El amor no desaparece, sólo se transforma» y aunque la relación se había acabado, actualmente mantiene una relación de amistad con Benson que le ha permitido trabajar con comodidad. La desaparición de Eleanor Rigby es un proyecto «muy personal», pero «en absoluto autobiográfico», asegura Chastain, para quien no fue difícil ponerse a las órdenes de su exnovio Ned Benson. «Escribió la película antes de que estuviéramos juntos y nos separamos antes de iniciar los rodajes», explica.

«Ha sido un proceso complicado, muy complicado», reconoció Chastain, pero está «muy satisfecha» con el resultado. «Normalmente cuando se termina una película, se acaba y punto. Pero en este caso el planteamiento es similar al teatral porque la obra puede seguir evolucionando», considera. Un tipo de papel que también afrontó en El Árbol de la Vida, que le valió una nominación al Óscar, y en otras películas a lo largo de su carrera.

Reconoce la dificultad a la hora de volver a interpretar un personaje como Eleanor, «con el corazón roto por una pérdida» porque meterse en la piel de una persona así conlleva luego un tiempo para poder recuperarse.

«Me encantaría hacer una comedia», señala entusiasta Chastain que no cuenta de momento en su apretada agenda profesional con un proyecto en el que pueda hacer reír.

En cuanto a sus posibilidades de conseguir una estatuilla de la Academia este año por su encarnación de Eleanor, Chastain asegura que no tiene «ni idea» de lo que pueda suceder, pero recuerda que actrices que le apasionan, como Isabelle Huppert, no han sido nominadas jamás.

De momento, Chastain se prepara para su próximo reto, encarnar a Marilyn Monroe, bajo la dirección de Andrew Dominique. «Será mucho más que una película biográfica», asegura Chastain, que tratará de plasmar en la cinta la «sensibilidad» de Marilyn.