Manuel García Viejo, religioso y director médico del Hospital San Juan de Dios de Lunsar (Sierra Leona), permanece grave en el Hospital Carlos III de Madrid tras ser repatriado en la madrugada de ayer, y se estudia qué tratamiento experimental administrarle al estar agotadas las existencias del suero Zmapp.

El religioso es el segundo español infectado por ébola que es repatriado después de que en agosto lo fuera su compañero de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Miguel Pajares, que falleció cinco días después de su llegada al Carlos III.

García Viejo, de 69 años, presenta un cuadro importante de deshidratación y una afectación hepatorrenal marcada, según la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

La enfermedad por el virus del ébola no cuenta con un tratamiento médico específico, más allá del de soporte y sintomático, según explicó ayer la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa.

No obstante, aseguró que Sanidad ha establecido contacto con laboratorios e instituciones internacionales para acceder a los fármacos en fase de experimentación, reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de ponerlos a disposición del equipo médico que marca las prioridades terapéuticas para este paciente.

Por su parte, José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Infecciosas del citado hospital madrileño, resaltó que las existencias de Zmapp están agotadas en todo el mundo y su proceso de desarrollo es muy complejo, por lo que se están barajando otras alternativas experimentales, cuyos resultados -advirtió- no están probados aunque la OMS ha reconocido que es ético su utilización en estos casos.

Además del Zmapp, existen otros dos tipos de tratamientos experimentales, el denominado TKM y los sueros extraídos de pacientes convalecientes tras superar el virus, explicó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.

Simón señaló que hoy se decidirá si se puede aplicar al médico infectado -tras autorizarlo el propio enfermo- el suero de un paciente que se recupera en un hospital de Alemania pero que tenía hepatitis B.

Hasta el momento, el protocolo que se está siguiendo con García Viejo es el mismo que se adoptó con Pajares, explicó el jefe de Servicio de Medicina Interna del hospital, Francisco Arnalicha, aunque en el primer caso se tomaron medidas de precaución que «no eran rigurosamente necesarias», como evacuar todo el hospital Carlos III, que ahora no se ha hecho.

La orden religiosa, preocupada

El portavoz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Miguel Ángel Varona, manifestó ayer la «preocupación y dolor» por el estado de salud del hermano Manuel García Viejo que, según advirtió, «no es bueno».

En un comunicado, la orden ha agradecido, además, la repatriación del religioso, de 69 años, y el trabajo de «cada uno de los profesionales del Hospital Carlos III» por «los cuidados minuciosos que le están proporcionando».

«Como máximos responsables de su tratamiento, en ellos confiamos plenamente», ha dicho el portavoz de la orden, a la que también pertenecía Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola y que tras ser repatriado en agosto murió a los cinco días en el mismo centro sanitario.