Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La domótica a través de «El guateque»

La comedia de Blake Edwards se proyecta hoy en el ciclo Interiorismo de cine en Las Cigarreras

La domótica a través de «El guateque»

Una de las mejores comedias de la historia del cine -El guateque (1968), de Blake Edwards- protagoniza hoy el ciclo Interiorismo de cine que se desarrolla en Las Cigarreras, organizado por el Colegio Oficial de Diseñadores de Interior de la Comunidad Valenciana. La entrada es libre y, tras la proyección de la película a las 19.30 horas, el interiorista Ángel Cremades Ángel Cremades y el crítico de cine Gonzalo Eulogio charlarán del interiorismo tan particular que se extrae de la película.

En El guateque, Peter Sellers interpreta a un patoso actor indio que es invitado por error a la fiesta de postín de una película de Hollywood en la que ha participado. La mansión de los productores donde se celebra la fiesta está completamente domotizada y es ahí donde empiezan los problemas para Sellers, que acaban convirtiendo la fiesta formal en una locura, con elefante incluido.

«En esta sesión queríamos hablar de la vivienda como espacio de socialización. Toda la película transcurre durante la fiesta en una mansión domotizada, porque ya en esos años se hablaba de tecnología, con la que se controla la piscina, el suelo, la barra del bar, las fuentes... y de cómo se socializa por el buen o mal uso de la tecnología», explica el interiorista Ángel Cremades, que añade que la domótica «está muy bien pero no todo el mundo la sabe utilizar, requiere un conocimiento, una puesta al día, un mantenimiento y nadie sabe usar ni el 10% de los aparatos que tiene».

A su juicio, la película muestra que la domótica no ha avanzado desde los años 60 tan espectacularmente como se pensaba, «ha mejorado, pero no acabamos de controlar esos adelantos» y también refleja cómo se vivía en Hollywood en esa época, «totalmente diferente a cómo estábamos aquí».

Para el crítico Gonzalo Eulogio, El guateque ofrece momentos hilarantes y desternillantes y su escenario de interior es un fiel reflejo «de la época pop, solo hay que ver el cartel de la película con esos colores chillones, y la decoración chic de una mansión de gente adinerada de Hollywood que va de sofisticada».

El experto destaca que los elementos escénicos de esa vivienda automatizada «dan lugar a cantidad de gags y son un instrumento cómico fundamental de la película que, por su mal uso, acaba convirtiendo una cena formal en una fiesta hippy desmadrada».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats