Varios medios, especialmente el italiano La Repubblica, aseguraron ayer que el divorcio de los reyes Juan Carlos I y Sofía podría estar muy cercano. «No se hablan desde hace años y viven en zonas separadas del Palacio de la Zarzuela, pero los cronistas especializados en la Casa Real española juran que es solo cuestión de tiempo y que pronto llegará un comunicado con el anuncio definitivo de la separación», publicó ayer el diario digital español Republica.com en base a una informaicón publicada por el italiano La Republica en su edición de papel.

Los medios que se hacen eco de la noticia esgrimen las vacaciones separadas que han disfrutado este año los reyes tras la abdicación de don Juan Carlos para apoyar sus afirmaciones sobre el progresivo alejamiento de la pareja real.

La revista Semana publicó el domingo en su edición digital que los reyes no han pasado ni un día juntos desde mediados del mes de julio. Así, por primera vez en cuatro décadas, don Juan Carlos no ha estado en Palma de Mallorca, donde sí ha estado doña Sofía el último mes y medio. Durante estas semanas, la Reina pudo primero disfrutar de sus nietos Marichalar y Urdangarin, acompañada por su hija mayor, la infanta Elena, ya que Cristina se quedó en Bidart con Iñaki y su familia política. Apenas había terminado de despedir a sus nietos mayores, cuando el 4 de agosto llegaron a Marivent Felipe y Letizia con Leonor y Sofía. Mientras el rey salía a navegar, Doña Sofía fue al cine con su nuera y las niñas.

Don Juan Carlos viajó a Colombia el 5 de agosto para asistir a la toma de posesión del presidente Santos, función representativa que hasta entonces había desempeñado su hijo Felipe como príncipe. Salió de Colombia y nada se supo del anterior rey hasta la noche del sábado cuando apareció en el Pabellón Municipal de deportes de Granada para apoyar a la selección española de baloncesto. Por su parte, doña Sofía acompañó a los reyes Felipe y Letizia en la cena de La Almudaina, asistió al concierto de Ainhoa Arteta en favor de Proyecto Hombre y visitó unos laboratorios con su prima Tatiana.

Expertos españoles en la Casa Real -no identificados en el artículo- aseguran a La Repubblica que los reyes Juan Carlos I y Sofía emitirán, en un «futuro cercano», un breve comunicado anunciando su «separación definitiva». Según el periódico italiano, la reina «ha aguantado en silencio la traición de su marido», pero desde que éste abdicó, no tiene necesidad «de ocultar la realidad».

La Repubblica sostiene que se ha acelerado una separación que ya estaba en marcha, pero que había sido paralizada debido a la rigidez del protocolo y a las obligaciones institucionales. Además, el medio italiano destaca el «silencio absoluto» que se ha cernido sobre Juan Carlos y subraya que desde su rgreso de Colombia el día 8 hasta su reaparición en Granada Hasta el 30 el antiguo monarca ha estado desaparecido: «Tras ello, durante tres semanas, silencio absoluto. Nadie sabe a dónde fue ni en compañía de quién», asegura el periodista Alessandro Oppes.

«Durante años, la reina ha aguantado en silencio las infidelidades de su marido. Ahora ya no hay necesidad de esconder la realidad», explica La Repubblica en su artículo, que concluye con la duda de si podrán seguir viviendo bajo el mismo techo, como durante años han hecho ocupando dos alas distintas del Palacio de la Zarzuela y comunicándose únicamente a través de sus secretarios.

Según el prestigioso periódico italiano, los cronistas españoles de la Casa Real esperan que próximamente Zarzuela emita un comunicado informando, si no del divorcio, de la separación definitiva de don Juan Carlos y doña Sofía.

El pasado mes de junio, el medio digital español Vozpópuli se hacía eco de un rumor según el cual tras la abdicación del rey Juan Carlos, ya se advertía que en las próximas semanas (a mediados de agosto, se decía entonces) podría haber «un discreto comunicado anunciando la separación, ruptura de iure de un matrimonio que de facto hace muchos años, casi una glaciación, dejó de funcionar». Pero pasó julio y agosto y el tan cacareado comunicado no ha llegado.