La ilustradora Ana Oncina (Alicante, 1989) está presentando por España la tercera edición de su primer cómic, "Croqueta y empanadilla", basado en el día a día con su novio y con el que quiere mostrar "los buenos momentos en pareja y no solo los malos", según afirma en una entrevista con Efe.

Esta joven alicantina, estudiante de arte, ha transformado el romance entre una croqueta y una empanadilla en todo un éxito, mostrando que el amor no es solo romanticismo, sino también pequeños roces diarios, fruto de la convivencia.

Este cómic nació por una anécdota. "Mi novio y yo hicimos un viaje a Berlín y fue un completo desastre. Y un día, cuando visitábamos un museo, yo estaba muy decaída por cómo iba el viaje y mi novio me dijo 'estás empanada', y yo le conteste 'si yo estoy empanada tú eres una croqueta'. Nos hizo tanta gracia a ambos que empecé a ilustrar a estos personajes", ha dicho.

El cómic "Croqueta y empanadilla", publicado por La Cúpula, ha conseguido llegar a una tercera edición en algo menos de cinco meses, y la editorial piensa sacar una cuarta edición en breve.

"Cuando pienso en el éxito que he tenido no me lo creo", confiesa la joven artista antes de firmar su obra en Murcia. Y eso que al principio le faltó confianza para mandar su trabajo a las editoriales, pero con el apoyo de su novio, familia y amigos dio el paso que le hizo saltar al mundo de la ilustración.

Pese a lo autocrítica que afirma ser, y de la poca confianza que tuvo al principio, solo un día después de mandar su proyecto recibió contestación de la editorial.

"Tuve mucha suerte. La Cúpula es una gran editorial y no pensaba que les fuera a gustar porque tiene cómics muy diferentes con un humor más grotesco, y mi cómic era demasiado bonito", comenta entre risas.

Este "boom" que está favoreciendo al cómic español deja entrever un enorme éxito para las ilustradoras españolas como Raquel Córcoles ("Moderna de pueblo") o Agustina Guerrero ("Diario de una volátil") en estos últimos años, algo que Ana afirma estar percibiendo desde que está metida en el mundo del cómic.

A juicio de la joven alicantina, el triunfo que cosechan las ilustradoras podría deberse a que sus cómic cuentan historias reales, historias con las que cualquier persona podría sentirse identificada.

"Hay veces que la gente se me acerca y me dice que parece que les espío", comenta con una sonrisa.

La joven, que dedicará todo este año a presentar este cómic, ya está trabajando en un segundo número, que espera que esté disponible para comienzos de 2015 y que, según dice también, tratará sobre sus vivencias, "pero esta vez con un toque un poco más ácido, y no todo tan bonito".

Ahora, con toda una carrera de ilustradora por delante, piensa en mudarse a Barcelona el próximo septiembre para seguir trabajando con estos personajes y desarrollar, además, otros nuevos proyectos dentro del mundo del cómic.

Formada en Bellas Artes, quiere seguir adquiriendo conocimientos con un máster siempre y cuando, según ella, su economía se lo permita.