Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

48 horas de videojuegos a la carta

La IV edición del GameJam, que se celebra desde mañana hasta el domingo, reunirá en el Claustro de Alicante a 55 programadores El tema a desarrollar no se conocerá hasta el comienzo del encuentro

Imagen del juego Hungry Princess, de Ignacio Sastre. INFORMACIÓN

¿Se imaginan pasar 2.880 minutos sentados enfrente de un ordenador programando un videojuego parando tan solo para comer, ir al aseo o algo más si el tiempo lo permite? Éste es el reto al que un total de 55 personas divididas en 14 equipos se enfrentarán a partir de mañana y hasta el domingo. Esta IV edición de la GameJam, como se llama esta maratón cibernética, tiene como objetivo crear un videojuego, a ser posible original, y que los participantes disfruten durante su producción. Además, este año la novedad reside en el carácter solidario ya que parte del dinero recaudado de la financiación de los patrocinadores se destinará a Juegaterapia, una asociación encargada de repartir consolas y juegos a los hospitales para amenizar la estancia de los niños en ellos. El resto del dinero se destina a los gastos de organización. Nada va para los organizadores, pues GameJam es a su vez una organización sin ánimo de lucro.

Todo empieza la tarde del viernes con la preparación del evento, en el edificio municipal El Claustro, junto a la Concatedral de San Nicolás, lugar en el que ya se celebró la II edición de esta reunión de programadores, y donde organizadores y participantes se darán cita. El movimiento es constante. «Hay personas que hasta se traen su propio ordenador de mesa de su casa», comenta Pablo Pernías, uno de los coordinadores del encuentro. Cuando todo ya está preparado llega uno de los momentos más esperados por parte de todos: la elección del tema. Esta elección se hace completamente al azar a partir de las propuestas de los participantes. Sin embargo, en esta edición las propuestas corren a cargo del ingenio de los organizadores. De esta forma se pretende evitar que los concursantes vengan con ideas ya pensadas antes y que, por tanto, quede intacto ese espíritu de improvisación. La temática es de lo más variada. Desde robots gigantes hasta una guerra de gatos, o incluso, huir de una princesa, temas de ediciones pasadas.

A partir de aquí, manos a la obra. Los ordenadores empiezan a funcionar con un ritmo moderado pero constante. Los dedos y manos de los participantes comienzan a moverse y sólo pararán cuando el cuerpo lo necesite. Los ojos a prueba y el cerebro, en máxima concentración. El juego ya ha comenzado y ya no hay vuelta atrás. Bajo un ambiente de colaboración, compañerismo y meditación los grupos, integrados por cuatro personas, ponen en marcha sus proyectos que deberán estar listos tan sólo 48 horas después.

Subidos a la web

En este «ciberencuentro» los organizadores también tienen cabida, no obstante ellos quedan fuera del ranking de juegos, sin optar a nada: «Como se suele decir, simplemente lo hacemos por amor al arte», afirma Pernías, y continúa «es cierto que acabamos agotados, a veces tienes la necesidad de salir a dar una vuelta y te preguntas por qué te has metido aquí dentro, pero creo que merece la pena». Al acabar el evento los videojuegos quedan todos en la web (www. gamejamua.es) para que juegue y disfrute de ellos quien quiera. De esta forma los creadores también pueden meterse y actualizarlos o incluso mejorarlos. Además las empresas que colaboran y/o están interesadas pueden verlos y, en caso de gustarles, pueden entrar en contacto con os creadores para comprarlos o, en el mejor de los casos, ofrecer un puesto de trabajo, como ya se ha dado en un caso.

A pesar de ello, los participantes suelen ser estudiantes, por lo que a veces «no se está lo suficientemente preparado para empezar a trabajar, estamos un poco verdes en ese aspecto, pero es un evento que en un futuro tendrá repercusión», afirma Pernías. Cuando todo ha acabado, el compañerismo y el orgullo son los sentimientos predominantes, según los propios participantes. Después de todo el objetivo es ayudarse y conocer gente, además de aprender sobre una actividad que les apasiona.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats