No es la primera vez que muestra su trabajo en Estados Unidos, pero sí su debut en una de las ferias de arte más importantes de este país, la Art Basel Miami, una réplica de la suiza de Basilea, que se celebra durante cinco días el próximo mes de diciembre. El alicantino Salvador Gómez, artista urbano y técnico de exposiciones del Museo Bellas Artes Gravina (Mubag) de 53 años, ha cautivado con su obra a una galería de Miami, que le ha cedido un muro de doce metros de longitud para pintar lo que guste en la feria.

«Contento, no, yo estoy flipando porque esto ha sido una carambola», apunta Gómez, que recorrió el pasado mes de abril la costa este de EE UU y realizó diversas intervenciones en Nueva York, Richmond y Miami. «Yo tengo una galería en New Jersey (Mark Gallery) desde hace siete años, pero en este viaje entré directamente a una de Miami, R House, pregunté por el dueño y le dejé el catálogo. Y de ahí a la feria. Me dijo que tenía un muro dentro de la galería -que está en Wynwood, una antigua zona industrial llena de grafitis y de galerías- y que pintase lo que quisiera», añade.

El auge del street art, el arte urbano o callejero, ha facilitado que Salvador Gómez, además, tenga previsto realizar varias exposiciones en Miami, donde ya ha enviado parte de su obra, gracias a la gente con la que contactó durante su viaje y a través de las redes sociales.

Para la Art Basel Miami, Gómez presentará un par de bocetos de la obra que realizará en el muro para que elija el galerista. Uno ya lo tiene pensado y está basado en el antiguo juego Space invaders de las primeras consolas.

«Es una alegoría de los invasores espaciales, porque en realidad el único invasor espacial es el hombre, que yo represento con varios astronautas entre la tierra y el espacio», apunta el artista, que acudirá a la feria una semana antes para llevar a cabo su mural. La rentabilidad del arte urbano reside en que los dibujos callejeros se trasladan también al lienzo, «que es lo que espero vender», apunta Gómez «porque allí encuentro mercado, pero aquí nada de nada, y en Alicante, menos».

El alicantino no se considera grafitero «porque el grafiti es un estilo de arte urbano y, aunque yo utilice el spray, también empleo plantillas. Lo que yo no hago es manchar, no me gustan las manchas y siempre pinto en zonas ya manchadas, pero no destruyo nada», indica. En su recorrido reciente por Nueva York ha dejado huella de su serie Dreams come true, de la que mostró una parte en Las Cigarreras hace dos años, y cuya estela se puede ver en algunas paredes de Alicante. «En un centro cultural de Richmond me invitaron a pintar varios retratos y en Manhattan un amigo me buscó dos muros y estuvimos varias horas controlando que no viniera la policía», explica, «porque allí te empapelan».

Gómez, que continúa trabajando de técnico en el Mubag, «porque no soy ningún chiquillo» no descarta dedicarse de lleno a la pintura en el futuro. Licenciado en Bellas Artes, hace unos años decidió cambiar de estilo y utilizar un lenguaje más contemporáneo, que encontró en el arte urbano. Su próxima obra será en Xixona, donde el Ayuntamiento le ha reservado otro muro de seis metros.