El ciclo de la vida

Domingo, 08/06/2014. Cines Odeón, Elche. Película: La gran estafa americana. Director: David O. Russell. Entrada: 2 euros.

Hace ya varias décadas que estoy en tratos conmigo. De ahí que, mal que bien, poco a poco, algo de mí vaya sabiendo. Lo necesario para anticipar algunos cambios. El proceso siempre es el mismo aunque desconozco el detonante, aquello que determina el inicio de un nuevo ciclo. Primero es la idea en forma de bruma, desasosiego y confusión. Luego llega el momento del coste de oportunidades, de la vida como posibilidad, del trazado y los caminos que se presentan bifurcados e iguales. Y, finalmente, el hecho que se precipita. La decisión final. Algo huele a podrido en mi pequeña Dinamarca, en el microcosmos de mi existencia. Siento la caducidad de ideas, afectos, ritos y formas. Algo se acerca. Algo de aleja. Ocurrirá, lo sé. Es sólo cuestión de tiempo. Alguna decisión ya he tomado: vivir solo por siempre y no ceder ante la tentación de una vida más fácil. No sé si lo he contado ya, pero a la entrada de mi casa, un poema impreso y enmarcado de Cernuda me recuerda qué quiero y por qué. Se titula Peregrino. Fue uno de los últimos que escribió. En su exilio mexicano. Cuando el precio de su determinación ya estaba pagado. A modo de testamento, de epílogo. Yo lo tomo como prólogo. No será fácil, lo sé. Pero, hoy por hoy, es esta mi voluntad. A última hora he salido al cine. Donde siempre me siento a salvo.

Tánger

Lunes, 09/06/2014. Teatro. Título: La gata sobre el tejado de zinc. Autor: Tennessee Williams. Editorial: Alba. Precio: 19 euros.

Doy comienzo a un plan que he tenido a bien llamar Proyecto Tánger. Poco puedo desvelar, de momento. Tengo mucho trabajo por delante. He comenzado con T.W. Lo contaré. Pero eso será en próximos números.

Diseño

Martes, 10/06/2014. CCE L'Escorxador, Elche. Exposición: Pienso, denuncio, diseño.Escuela Superior de Diseño de Orihuela. Entrada libre.

Me gusta. Y mucho. El diseño quiero decir. Gráfico o de producto. Y su valor como intangible. Y todo lo que lo rodea. Sin otro objetivo que el gozo, llevo media vida comprando libros y revistas. Tipografías, sillas, carteles, identidades corporativas. Logos y símbolos. Color y volumen. Forma y fondo. Y su relación con la narrativa del presente y su consumo.

PIB

Miércoles, 11/06/2014. Fotografía. Libro: Unspoken. Autora: Laura Ros. Editorial: Blumen. Precio: 35 euros.

A partir de septiembre el Instituto Nacional de Estadística incluirá, siguiendo una directriz europea, el tráfico de drogas, la prostitución y el contrabando en el cálculo de nuestro Producto Interior Bruto. Lo que se presume, arrojará una significativa mejora en la medición de nuestra riqueza nacional. Hasta donde se sabe, técnicos del organismo han ido de aquí para allá preguntando cómo anda el polvo y cómo anda el gramo. Ya han hecho saber que aplicarán criterios de ajuste y una estricta metodología para que el resultado, aunque estimativo, sea lo más cercano posible al valor real de tan importante sector. Doy por hecho que se entenderán como bienes y servicios. Ya no sé si de primera, segunda o tercera necesidad. No sé hasta donde están dispuestos a afinar. Porque no cuesta lo mismo con condón que sin él; no se cobra lo mismo a uno que a tres; y, tampoco cuesta lo mismo el cristal que la coca, la maría que el caballo. Imagino que el paso siguiente será computar como emprendedores a putas, chaperos, chulos y camellos. Qué menos. Si un tipo que lanza una aplicación para móviles para gestionar la reserva de vuelos y hoteles obtiene un premio, alguien que hace de su cuerpo una PYME asumiendo los costes de producción y comercialización merecerá uno mayor. No sé si es necesario añadir que nada tengo en contra de la prostitución ni del consumo de drogas. He nacido y crecido en una ciudad, Elche, regada por el dinero negro y la economía sumergida. No me voy a escandalizar ahora. Sólo me escandaliza, lo justo, la demagogia y el cinismo. Sólo me indigna, lo justo, el intento de manipulación constante. Sólo me preocupa, lo justo, aquello que se revela para que aquello otro permanezca oculto. Las verdades a medias. Las mentiras que ponen en riesgo a aquellos que no pueden defenderse. Las abusos sexuales durante la infancia, la tasa de suicidios o el nivel de pobreza. Y de eso va este magnífico fototolibro.

Agosto sin ser agosto

Jueves, 12/06/2014. Casa Mediterráneo, Alicante. Fotografía. Exposición: 75 aniversario de la agencia EFE. Entrada libre.

Es mi pequeña tragedia. Y lo sé desde niño. No es más que una frivolidad. Otra más, si cabe. El ser carne de taxi, de tintorería, de servicio de mayordomía, de jardín fragante, de piscina y albornoz, de hotel y restaurante. Nací para la dacha, el reposo y la lectura. Para sentirme afligido por el cambio de estación, el tráfico de polen y el verso exacto. Y por no tener, no tengo ni alergia. Pues eso, que nací para ser príncipe y la realidad, terca y mula, me condena a ser mendigo. Con mi concurso, claro. Nada hice y nada haré para remediarlo. Nací para gastar y comprar. Como otros lo hicieron ganar y vender. Es la fuerza del sino. Por fortuna, la colaboración del olvido y el carácter selectivo de la memoria hace la vida medianamente soportable. Hoy el verano ha cumplido su amenaza. La amenaza de su existencia, de su vuelta, de su reinado temporal. Y con él, su temperatura. El verano es para los veraneantes. El verano es el territorio de la libertad para los niños y los adolescentes. El verano es para los turistas. Para el resto, es un mal menor que se suma a otros males mayores. Sudar sin que medie el deseo, el clima húmedo y fatigoso, la deserción y el desierto. La ciudad vacía, el asfalto que arde, el volante que quema, la arena que se adhiere, los cuerpos que no hacen honor a su nombre, la imposibilidad del vestido, la ausencia de decoro, las horas centrales del día. En fin. Si a esta naturaleza hipotensa y acomodaticia le sumas el hartazgo que produce observar la enésima exposición en una institución pública que no respeta un mínimo estándar de calidad, el día se hace insufrible. Está dicho y está escrito. Se estudia y se aprende. Del soporte al discurso, de la disposición de las obras a su iluminación. Si no se quiere, no se sabe o no se puede, lo más honesto sería no hacerlo.

El deporte rey

Viernes, 13/06/2014. Cine. Título: Offside. Director: Jafar Panahi. Filmin. Alquiler: 1,95 euros.

Imagino que el fútbol debe estar del fútbol hasta el mismísimo córner. Y que en algún momento debe haber barajado la posibilidad de abdicar y entregar el balón oficial a uno de sus hijos menores: el fútbol-sala o el fútbol 7. Si no lo ha hecho es porque se sabe el deporte rey y que el Estado deposita en sus botas la responsabilidad de la unidad nacional y la cohesión de sus súbditos frente al permanente cuestionamiento del modelo de convivencia. Pobre fútbol. Criatura. Nada tengo contra el fútbol. Cumple una función social. Y, como casi todo, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Más que desdeñarlo convendría estudiarlo, analizarlo, escudriñarlo como síntoma de un cierto malestar de nuestra cultura. Conocer las razones de su éxito como industria podría esclarecer, hacer visibles los mecanismos que activan, potencian y regulan el mercado como fenómeno global. Son las nueve y media de la noche y el termómetro marca 29°. Y yo también veo el fútbol. Un filme sobre el fútbol, en realidad. De un lugar llamado Irán donde ir al estadio, si eres mujer, es un delito. Sí, el fútbol a veces es así. Dando cancha a la denuncia.