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El vacío como virtud

Dos propuestas alicantinas se exhiben entre las doce españolas que participan en la Bienal de Arquitectura de Venecia

La rehabilitación del edificio Casa Mediterráneo, de Manuel Ocaña, se muestra en el pabellón de España de la Bienal de Venecia. nico saieh

Dos proyectos de arquitectura de interior desarrollados en Alicante -la estación del TRAM de Luceros y la rehabilitación del edificio Casa Mediterráneo- lucen desde ayer en una de las citas más importantes de la arquitectura internacional, la Bienal de Venecia, que abre al público sus puertas hoy hasta el 23 de noviembre.

El arquitecto alicantino autor de la estación subterránea, Javier García-Solera, no tiene dudas al afirmar que la selección de dos trabajos alicantinos entre las doce propuestas del pabellón de España es una muestra de que «la obra pública en Alicante goza de buena salud con esta y otras muchas representaciones. Hay unos cuantos edificios de calidad premiados y reconocidos y es frecuente que arquitectos de otros países vengan a verlos».

García-Solera, que ya participó en la Bienal de Venecia en el año 2000 con el Aulario 3 de la UA, señala que «es un buen momento» para prestar atención al interior -el tema elegido este año- «después de haber pasado tanto tiempo mirando al exterior, a la fachada y a lo visual» en arquitectura. «Siempre me ha gustado mucho hacer una obra interior, empiezas con reformas de casas de amigos y es una escuela perfecta porque tienes ya unos condicionantes exteriores, un volumen, una fachada».

En este caso, la estación del TRAM de Luceros, «tenía una operación urbana muy importante porque se trabaja con un gran cruce de calles y funciona como tránsito de peatones entre Soto y Marvá», apunta el arquitecto, que buscó que la estación funcionara como intercambiador de transporte urbano pero también como espacio público con un patio con vegetación y luz natural.

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