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Francesco Lenci

«El estallido de una bomba atómica inicia el fin del mundo»

"Nadie puede sentirse seguro en el planeta hasta que sean eliminadas", afirma el experto italiano

El investigador Francesco Lenci. Guillem Bosch

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Gracias a Hiroshima no habrá otra Hiroshima?»

Es cínico expresarlo así. El poder destructivo de las armas nucleares ha impedido que se recurra a ellas en momentos comprometidos, como Estados Unidos cuando pierde la guerra de Vietnam o la Unión Soviética en la de Afganistán. Ahora bien, nadie puede sentirse seguro en el planeta hasta que no sean eliminadas.

¿Por qué no se juzgó por crímenes de guerra a los autores de Hiroshima?

Porque son los Estados Unidos de América.

Tras la bomba hay científicos como Einstein.

Einstein, no. Se limita a escribir una carta a Roosevelt en 1939, para que desarrolle una investigación sobre las armas nucleares que los nazis podían lograr. Muchísimos científicos participan en el Proyecto Manhattan, que prosigue cuando ya se sabe que Hitler no puede fabricar la bomba. Se impone la fascinación tecnológica.

¿Por qué fracasaron los nazis en este empeño?

Una teoría establece que Heisenberg había boicoteado de algún modo el proyecto. Otra dice que los científicos alemanes cometieron errores.

Como Irán.

Irán es delicadísimo, porque tiene derecho a desarrollar una tecnología nuclear. Lo importante es que no haya desvíos del uso civil al militar. Esto no se solventa con amenazas de bombardeo, sino con diplomacia.

Olvidábamos que usted piensa que la energía atómica es más segura que las bombas atómicas.

No hay comparación posible. Los desarrollos de la tecnología nuclear civil y militar son completamente distintos. La energía atómica puede ser tan útil como otra, con los actuales mecanismos de seguridad.

El cambio climático será más efectivo en la aniquilación que la bomba atómica.

Si se usan las armas nucleares, el cambio climático no le importará a nadie. Se hacen estudios sobre los cambios en el clima provocado por un estallido nuclear pero, por la cadena de represalias, el planeta será aniquilado y el género humano será exterminado. El estallido de una bomba atómica inicia el fin del mundo.

Hiroshima se escribe sin H, la bomba de fusión que hoy impera.

Se calcula que en el mundo hay en la actualidad unas diez mil cabezas nucleares. La potencia media de cada una multiplica por diez el ingenio explosivo de Hiroshima, equivalente a 13 mil toneladas de trilita.

Si nos desarmamos, nos invadirán los islamistas.

Ningún conflicto se resuelve con armas nucleares, sino con cultura y civilización, eliminando las bolsas de hambre y de pobreza.

Japón, Estados Unidos y Alemania son hoy socios a muerte.

Otra prueba de que se puede convivir en paz. Nadie considera hoy creíble la posibilidad de una guerra en Europa, aunque cabe imaginar la gravedad añadida del conflicto de Ucrania si este país no hubiera entregado sus ojivas nucleares a Rusia.

El Proyecto Manhattan es la mayor concentración de inteligencia de la historia, pero no se monta algo similar para derrotar al cáncer.

Creo que lo fue, y la comunidad científica pide un esfuerzo paralelo, pero falta inteligencia para invertir a largo plazo. Se buscan resultados inmediatos, cuando nuestra única salida es producir conocimiento.

¿Cuánto tiempo llevamos sin un descubrimiento científico revolucionario?

El bosón de Higgs.

En su famoso reloj, ¿a cuántos minutos estamos del apocalipsis nuclear?

A cinco minutos. Para retrasar el reloj, son útiles pequeños pasos como crear zonas libres de armas de destrucción de masas. El Baradei apoyaba este proceso en Oriente Medio, con Israel como obstáculo insalvable.

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