Cuando se estrenó hace 28 años, resultaba impensable que pudiese realizar una gira y menos que de Londres saltase a Alicante. Los 11 tráilers con los que se mueve su intraestructura y el centenar de personas implicadas en el montaje, con lo que ello acarrea de desarrollo técnico y económico, ponían difícil la itinerancia. Ahora se ha hecho el «milagro» y Los Miserables, el musical más grande de todos los tiempos, visto ya por más de 65 millones de espectadores en todo el mundo, traducido a 22 idiomas y representado en más de 42 países y 319 ciudades, llega a Alicante. Y será el sábado 10 de mayo, a las 17.30 horas, cuando el Teatro Principal levante el telón para recibir esta gran producción, basada en el libro homónimo de Víctor Hugo, que se instalará en este recinto hasta el 1 de junio.

Ayer se ultimaban en el Principal los detalles de montaje, tarea que empezó el lunes cuando llegaron a la ciudad los 11 camiones, y se organizaban las más de 90 toneladas de material que ha viajado hasta Alicante, entre maquinaria, decorados, trajes (algunos actores se llevan a cambiar de vestuario hasta en seis ocasiones), zapatos, pelucas, sombreros... Todo para que lo que los espectadores vean en Alicante a partir de mañana sea exactamente igual que la producción realizada por Cameron Mackintosh en Londres en 2010, para celebrar el 25 aniversario del musical. «Los Miserables son lo que son porque siempre tienen que hacerse igual, esté donde esté el montaje, de hecho periódicamente vienen de Londres para revisar que nada se ha modificado y ese es el reto al que nos enfrentamos en cada ciudad, el de hacerlo igual», asegura Francisco Grande, jefe de producción de Stage Entertainment, responsable también de otros musicales como El Rey león, La Bella y la Bestia o Cabaret.

«El montaje tiene una gran complejidad escénica técnica, es algo muy delicado -afirma- porque la técnica tiene que sorprender pero no apartar al atención de la historia».

Los Miserables, con una orquesta de 15 músicos en el foso y música de Alain Boublill y Claude-Michel Schrönberg, cuenta de hecho con una combinación de elementos de telar y elementos automatizados en el suelo para conseguir una escenografía en la que destaca la famosa barricada. Temas como Soñé una vida, Un día más o Sálvalo son algunas de los más conocidos de este musical.