Hace justo un año que el mexicano Alfredo Sánchez cursaba en Alicante el I Máster de Guitarra. Un periodo de tiempo en el que ha podido asimilar una experiencia que, asegura, «impregna» cada acto de su vida «personal, docente y artística». Este guitarrista y profesor de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana vuelve ahora a la ciudad para ofrecer un concierto mañana en el ADDA, a partir de las 20 horas, como reconocimiento a la obtención del grado summa cum laude en la primera edición de este curso.

Y lo hará junto a la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Alicante, bajo la dirección de Mihnea Ignat, mañana a partir de las 20 horas. Koyunbaba, de Domeniconi; el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, y la Sinfonía número 5, op. 64 en mi menor, de Tchaikovsky, integran las piezas de este concierto con el que este músico se reencuentra con la ciudad. «El Concierto de Aranjuez lo elegí porque fue la obra que estudié con Manuel Barrueco y luego opté por Koyunbaba porque quería tocar algo que emocionara a la gran mayoría del público».

Y es que, un año después de haber cursado el Máster, Alfredo Sánchez, que es miembro del Ensemble Clásico de Guitarras de la Universidad Veracruzana, afirma que «ahora mi visión de la guitarra es diferente». Destaca que «me encuentro mucho más aplicado a la experiencia musical que solo a lo que significa tocar un instrumento; es necesario emocionar al público a través de una entrega sincera y honesta».

Además, «el haber convivido de cerquita con los más grandes guitarristas del mundo, con los que uno más admira, es algo que deja una enseñanza a un nivel profundísimo».

En cuanto a la influencia que ha tenido esta experiencia en su faceta docente, dice que «como maestro tu discurso con los alumnos cambia; hemos aprendido que nuestra máxima tarea como intérpretes es transmitir el amor, la pasión que podemos dedicar a algo tan importante, y no solo cuenta lo que nos enseñaron los maestros sino lo que aprendimos con ellos».