Las letras están de luto con la muerte de Gabriel García Márquez.
Era uno de los grandes, sin ninguna duda y yo creo que tuvo mucha influencia además en la gente de mi generación porque creó otra manera de hacer literatura. Metió a la lengua española una música desconocida hasta ese momento y la llenó de unos mundos que no conocíamos, de manera que ha sido muy buen novelista y un renovador muy grande la lengua.
Parece que uno es mucho mejor escritor cuando se muere, incluso parece que llamó por teléfono a mucha gente, incluido el ministro Gallardón.
Fíjate que yo escribí un artículo en el que contaba un encuentro con Alberti y con él, y pensé que alguno podía decir que me lo inventaba, así que colgué una foto con ellos en Internet. De todas formas, que llamase a tanta gente habla bien de él porque demuestra que era una persona accesible,. Habla mal de quien se lo invente, pero habla bien de quienes decimos la verdad.
¿A él le gustaría todo esto?
Sentirse reconocido le gusta a todo el mundo. Él tenía aquella frase de «yo escribo para que me quiera más la gente» y lo ha conseguido. También decía que lo que tenía que hacer un escritor es hipnotizar al lector y lo ha conseguido también.
¿Y Benjamín Prado?
Bueno, yo estoy muy orgulloso de mis lectores, los considero mis únicos jefes y me parece además que no hay muchos lectores en España, pero los que hay son muy buenos, muy inteligentes, muy perspicaces y eso está bien saberlo porque uno escribe para no decepcionarles. Aprendo muchos de los lectores y para mí la parte primordial es el contacto con ellos.
Hoy presenta en Alicante Ajuste de cuentas, la tercera entrega con su personaje Juan Urbano. Parece un western, un thriller o una nueva ley del Gobierno...
Quizás es un poco las tres cosas. Tanto en el sentido económico como en el sentido ideológico, porque están consiguiendo que se aprovechen los que se hacen millonarios para hacer un ajuste de cuentas, por ejemplo con los sindicatos. Por eso me gusta presentar el libro en CC OO. Quizá hacen esto porque la ciudadanía no está respondiendo con la contundencia con que lo hacen en otros sitios. Somos un país dócil y no sé por qué. No sé si nos hizo dóciles Franco con 40 años en el poder o si duró tanto porque ya éramos dóciles antes. En el único sitio donde veo brotes verdes es en el límite de la paciencia de la gente, porque empieza a darse cuenta del abuso monumental que se está produciendo. Y esta novela quiere ser una toma de postura de quien escribe con respecto a quien lee.
Su personaje Juan Urbano vuelve a la carga, después de Mala gente que camina y Operación Gladio, en este caso con una historia de corrupción, venganza, pelotazos y dinero fácil. La vida misma.
También tenemos cosas buenas. El problema de España es que los peores de nosotros son los que llegan al poder. El pueblo español es muy solidario, muy generoso, es inteligente, trabajador -contra todos los mitos que se han querido extender de manera interesada-, pero la política se ha desprestigiado hasta el punto de que los más torpes y manejables, aquellos que menos respetan el arte de conseguir que la gente viva bien, son los que están en el poder. Aquí no dimite nadie ni aunque te pillen construyendo la sede de tu partido con dinero negro.
¿Hoy en día tiene la literatura todavía, o debería tener, la capacidad de denuncia, de mostrar la realidad?
La posibilidad nunca la ha dejado de tener, lo que deben tener los escritores es la voluntad de hacerlo. La literatura siempre ha sido la voz de los ciudadanos de un país. No hay dictador en este mundo, sea del signo que sea, que no haya intentado antes que nada quemar libros y silenciar voces, pero es verdad que nunca lo ha conseguido. La literatura es muchas cosas pero también resistencia, y sobre todo verdad.
¿Corren buenos tiempos para la lírica, la narrativa y la música?
Creo que en España no solo hay muy buenos artistas y escritores sino que en estos momentos están reaccionando de una manera extraordinaria. En el caso de la música, están haciendo los mejores discos de su carrera, lo que desmonta la idea maligna de que los músicos están solo por la pasta. Habla de gente muy seria que hace su trabajo con mucho amor a pesar de hacerlo para menos gente y ganar menos.
Hablando de música, ¿tiene algún proyecto musical o no tiene tiempo entre la literatura y sus tertulias en radio?
En mayo saco un nuevo libro de aforismos, Doble fondo, y estoy trabajando en la siguiente novela de Juan Urbano... he fanfarroneado con que iban a ser diez y cada una de un estilo y la próxima es una novela de aventuras, con una historia que comienza en la I Guerra Mundial y acaba en la actualidad, con la idea de que la maldad puede ser congénita.
