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Astrofísicos de la UA colaboran en el mayor mapa de la galaxia

Un grupo de científicos alicantinos prepara el tratamiento de datos que la sonda Gaia enviará hasta 2020 de mil millones de estrellas de la Vía Láctea - Es la misión de cartografía estelar más ambiciosa de la historia

Astrofísicos de la UA colaboran en el mayor mapa de la galaxia

Las expediciones científicas del siglo XVIII convirtieron las representaciones cartográficas del mundo vigentes hasta entonces en toscas caricaturas de la Tierra. El proyecto Gaia, una misión de la Agencia Espacial Europea, permitirá a la comunidad científica elaborar un mapa 3D de la «terra incógnita» allende el sistema solar mediante una sonda que recogerá datos precisos de la ubicación de mil millones de estrellas de nuestra galaxia. Estas posiciones, en cuyo análisis colaborará un grupo de astrofísicos de la UA integrados en un consorcio europeo, permitirá definir con una precisión sin precedentes los contornos de la Vía Láctea, la localiación exacta de sus elementos y las prguntas que hay que hacerse sobre el 99% de la galaxia que escapa al alcance de los ojos de la sonda-y prácticamente a la capacidad cognitiva del común de los mortales. Gaia, en esencia la mayor cámara que se ha enviado al espacio, inició en diciembre su viaje a un punto del sistema solar ubicado a 1,5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra para recoger como un haz de escáner permanente todo lo que gire o flote a su alrededor durante cinco años, en los que transmitirá diaramente sus datos a tres antenas de seguimiento localizados en Cebreros (Madrid,Australia y Argemntina. Esa información, que tendrá un volumen equivalente a un petabyte -el peso aproximado del archivo de imágenes de Facebook, según se cita en Wikipedia-, será procesada, troceada y analizada por un consorcio de científicos europeos entre los que se encuentran varios miembros del equipo de Astrofísica Estelar de la Universidad de Alicante. «Prácticamente dos tercios de los especialistas en esta materia del continente están pendientes de los resultados de Gaia. Transmitirá información exacta sobre mil millones de estrellas: es como si hasta ahora hubiésemos trabajado con un mapa del siglo XIV y ahora tuviéramos un GPS», explica el astrofísico y profesor titular de la universidad Ignacio Negueruela.

El trabajo local

Tres doctores y dos doctorandos forman el grupo alicantino integrado en Red Española para la explotación científica de Gaia (REG). Amparo Marco, coordinadora del equipo en la UA, explica que hasta que los datos estén disponibles en el año 2020, los miembros de la REG trabajan elanorando herramientas para analizar esa información -«aún no sabemos qué aspecto tendran esos datos», aclara la investigadora María Monguió- y en el desarrollo del estudio complementario desde obsrvatorios de tierra llamado Gaia-ESO. En esta parcela del proyecto, la UA se centrará en profundizar en la estructura de la Vía Láctea a través del estudio de propiedades de algunos cuerpos celestes, como cúmulos abiertos jóvenes y estrellas masivas -labor en la que se concentrarán Marco y Monguió- y en la comparativa de información sonda-observatorios de tierra, campo de Negueruela y los doctorandos Ricardo Dorda y Javier Alonso. «Los observatorios terrestres proporcionan en algunos aspectos mucha más profundidad en la observación, por lo que podemos añadir más detalle» a las mediciones de la sonda», explica Dorda.

Gaia es, valga la redundancia, el proyecto estrella de la ciencia espacial europea. Hasta ahora no existía la tecnología capaz de realizar la proeza de Gaia: llegar hasta tan lejos, capturar posiciones con tanta precisión y transmitir semejantes volúmenes. Sus sensores tienen mil millones de píxeles y ofrecen una resolución que equivale a «poder ver desde la Tierra una moneda de un euro en la superficie lunar», como apunta Monguió, quien añade que durante la misión «Gaia identificará un promedio de 70 veces cada objeto». La ubicación verificada es una de las garantías.

Además, varias empresas españolas de técnica aeroespacial han contribuido en la fabricación de piezas para el «toro» o cuerpo principal del aparato y en el parasol que le protege de las radiaciones solares.

Gaia es, en definitiva, una misión que, si bien no servirá para conocer mejor el origen del Universo, según el profesor Negueruela sí «nos ayudará a comprender mejor las cosas que hay en él».

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