En 2013 se rodó el corto y ahora dan el paso al largometraje con un importante reparto que cuenta con la pinosera Ángela Boj (que saltó a la fama con Camino, de Javier Fesser, gran premiada en los Goya de aquel año) y que estará acompañada en esta ocasión por otros actores como Joaquín Mollà (de Alicante) y Lucía Padilla (de Novelda).
El rodaje, que se inicia en marzo, ha sido posible por la vía de financiación por Internet crowdfunding, con la que han alcanzado 6.000 euros. Una cifra modesta para el séptimo arte pero que permite avanzar en un filme, en un largometraje, que llevará por título Los Encantados con la productora 7 cuerdas films y que cuenta con más de 20 actores en un amplio reparto.
¿Pero qué son Los Encantados? Se trata de un proyecto cinematográfico basado en un guión de Ricardo Dávila, también actor y compositor mexicano, quien señala que «Los Encantados es mi contribución como artista a la sociedad que actualmente es asaltada e invadida por la ansiedad. La imaginación que antes nos salvaba, dándonos alas para sobrevolar nuestros problemas, agoniza. Creo que el deber del artista es devolver intacta la imaginación a la gente cuando la ha perdido. En ese sentido Los Encantados es también el principio de un camino; es una promesa».
La actriz pinosera Ángela Boj señala que la película contará con localizaciones en Madrid y Cataluña, en una cinta que registra «un guión muy original, una comedia muy divertida y diría al estilo de Los Simpson. Frases directas, atrevidas y con personajes inesperados. Es un guión que se disfruta al primer golpe de vista, leyéndolo, y que aborda el mundo de los sueños, el surrealismo». Boj agrega además que todo el equipo de actores es un equipo de amigos, «la mayoría compañeros de profesión que han trabajado en anteriores propuestas de Ricardo Dávila, ya que también es actor, y en cuanto nos comentó lo de su nuevo proyecto todo el mundo se animó».
Ángela Boj continúa su trayectoria en Madrid a la espera siempre de nuevas oportunidades entre cortometrajes, series y campañas de publicidad y concienciación como la que protagonizó recientemente con el ministerio de Sanidad sobre drogodependencias. «Me pusieron ceniza por el pelo, me colocaron las arrugas de una señora mayor sobre una fotografía que le habían hecho... envejecí muchísimo, y estaba muy logrado», cuenta entre risas, al tiempo que reconoce los tiempos difíciles que corren en la profesión de actor: «Muchos compañeros se han ido a Latinoamérica, allí parece que la cosa va mejor y hay más trabajo», apunta.
«Tenemos muchas ilusiones depositadas en este largometraje, y tenemos la sensación que siendo un largo, el producto es más difícil que se olvide, que te arrinconen por decirlo de algún modo. Ojalá alguna distribuidora esté interesada, porque creemos que va a ser un gran trabajo, con un gran recorrido», concluye.
