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Las Cigarreras

Obras de arte para leer

Una treintena de artistas y editores exhiben sus piezas originales en la primera Feria Alicantina de Libro de Artista

Libros hechos con cojines, sobre telas, papeles artesanos o en cajas de madera; musicales, sin palabras, con haikus, collages, fotografías e incluso comestibles. El centro cultural Las Cigarreras acoge desde ayer y hasta el domingo libros nada convencionales unidos por el cordón umbilicar del arte.

Creaciones exclusivas, piezas únicas o series reducidas -en las que se cuentan y transmiten historias- se distribuyen entre los 18 expositores de la primera Feria Alicantina de Libro de Artista (FALA), organizada por el Colectivo Mistos, en la que participan una treintena de artistas, editores y galeristas.

Esta cita, que se estrena en Alicante como la cuarta de España -tras Madrid, Barcelona y Sevilla-, se inauguró ayer con una exposición efímera de libros comestibles en la que varios restaurantes -Gema Penalva, Luis del Arce y El Palé- presentaron sus propuestas que, dos horas después, fueron degustadas por el público.

Entre ellas, un libro de galletas moscovitas, otro de pasta de patata, de pan de gambas o en formato sandwich, y una metáfora del folio en blanco con un plato vacío, al que se añadió un homenaje al escritor Manuel Vázquez Montalbán con un texto en el que homenajea al pan con tomate.

Gastronomía aparte, los expositores reflejan la libertad de creación de los artistas y las múltiples formas de entender un libro. Es el caso del Grupo Parapapel, formado por la ilustradora Natalia Pérez, el fotógrafo Antonio Navarro y la grabadora Mirtya Huizzi, donde cada artista aplica su técnica al libro y a todo el proceso de elaboración, como la encuadernación o el plegado de las páginas con dibujos y textos.

En su primera experiencia con el libro de artista, la alicantina Natalia Pérez reconoce estar «enganchada» a este formato: «Llevo tres meses sin parar y ya es difícil hacer otra cosa. Ahora ya todo lo pienso en libro de artista. Lo chulo es que todo lo que sabes puedes unificarlo -ilustración, estampación, collage, dibujo- y es más creativo. También es como un juego, porque cada libro se abre y se descubre de una manera».

Antonio Navarro, grabador y fotógrafo, propone en sus libros historias sobre un mundo casi perfecto, contadas a través de imágenes que idea durante meses en su cabeza y que posteriormente recrea en las maquetas que fotografía y que envuelve delicadamente en sobres o carpetas. «Para mí el momento en el que desenvuelves un libro así es muy personal. Volvemos a lo infantil», señala este artista, que empezó a hacer libros con el papel sobrante de sus grabados.

El reciclaje con el papel desechado de su obra gráfica es otra constante en los libros de Mirtya Huizzi, que realiza a partir del collage y de grabados o litografías. «Para mí es un arsenal de creatividad porque puedes unir varias técnicas para crear un libro único o seriado y personalizarlo. Te engancha y disfrutas un montón», apunta la creadora, cuyos libros tienen pocos textos, «pero siempre me inspiran las palabras. Todos narran una historia explícita o escondida, pero están atados a una historia».

Un año de trabajo le ha llevado a Belén Alegre confeccionar un libro de artista de 22 hojas de papel artesanal, con grabados que ilustran diversos haikus del japonés Matsuo Basho encuadernado en tela. Aún no le ha puesto precio pero calcula que superará los mil euros. Esta especialista en artes plásticas dedicada al grabado y a la pintura señala que «no sabía encuadernar y no era partidaria pero empecé a hacer libros y me ha encantado».

Emilio Sdun, que esta tarde recibirá el premio de la feria a su trayectoria, es editor de Prensa Cicuta, un proyecto editorial dedicado al libro de artista en el que destaca la tipografía, donde nombres como Fernando Arrabal o Antonio Machado llevan impresos sus textos.

«Todo es composición a mano, con tipos móviles, a la antigua manera de imprimir, y las tiradas son pequeñas, entre 10 y 50 ejemplares, de textos breves o poesía», señala este alemán afincado en Almería, que también ofrece libros-objetos a modo de esculturas e incluso cuenta con un libro musical con la primera frase del Quijote.

«Pocos se dedican en exclusiva al libro de artista, pero cada vez se demandan más. Antes estaban sólo en galerías o ferias de arte, ahora florecen ferias específicas y el siguiente paso son las librerías», señala Antonio García Villarán, artista y uno de los organizadores de FALA, que hoy a las 21.30 horas comparte con Luis Eduardo Aute un recital poético.

Villarán es copropietario de la editorial Cangrejo Pistolero, que pese a que realiza tiradas de mil ejemplares en sus libros «los tratamos como objetos únicos y artísticos», apunta Nuria Mezquita, que asegura que «cada vez hay más demanda entre los artistas y los coleccionistas».

En la feria, de entrada gratuita, se pueden encontrar piezas que oscilan entre 10 y 300 euros. Hoy las puertas abren a las 11.30 horas y mañana, de 10.30 a 14 horas.

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