Si el lector ha visitado en los últimos meses alguno de los salones del cómic que proliferan por España tal vez haya visto a un niño de pelo liso negro y abundante, serio en muchos momentos, tras una mesa llena de libros. Algunos podrían pensar que es uno de tantos chavales que merodean por los salones con sus padres. La sorpresa viene cundo un aficionado al noveno arte le pide que le firme Los señores formas. Entonces Denis Roca, de ocho años, metido de lleno en su rol de autor, saca un rotting y estampa su firma en la primera página de un álbum que dibujó con apenas seis años y que se está convirtiendo en el último fenómeno editorial del comic en España. Denis es el dibujante de cómics más joven del país y, posiblemente, del mundo.
Los señores formas es un libro sorprendente, editado por la alicantina Edicions de Ponent, protagonizado por los carismáticos señores cuadrado, triángulo y redonda, a los que acompañan un numeroso grupo de amigos igual de geométricos.
Denis tuvo la suerte de tener un padre aficionado al dibujo y los comics, Iván, quien le introdujo su pasión por las historietas y le guió cuando con tres años hizo sus pinitos, y que subraya que la aportación paterna no supera el 10% del trabajo: «Un 20% si me apuras -explica Iván-, pero el proceso creativo es suyo casi todo».
Todo empezó cuando en una típica tarde lluviosa los niños revoloteaban por su piso de Barcelona y un agobiado Iván sentó a Denis a su lado para que viera cómo dibujaba. «Hizo unas páginas que yo le pasé a limpio y se las coloreé. Luego fue ampliando su trabajo hasta completar tres historias» que se convirtieron en un fanzine. Esas historias cayeron en manos de Paco Camarasa, director de Edicions de Ponents, quien vio que podía ser el embrión de un libro. «Poco a poco -relata el padre- fue mejorando el proceso creativo. Le hice unas plantillas partidas en seis celdas, pero ahora Denis coge una libreta y dibuja la página, la pasa a tinta en rotting y yo lo coloreo en ordenador, aunque Denis ya empieza a colorear. Se está profesionalizando, aunque sea en modo autodidacta».
Los señores formas no tienen diálogos, pero los dibujos transmiten una expresividad que refuerzan la narrativa. No hay bocadillos porque el niño aprendió a dibujar antes que a escribir, sin embargo su padre cree que todo llegará. Cuando el periodista pregunta a Denis porqué razón no hay diálogos la respuesta es distinta pero no menos inteligente: «Porque si no pongo palabras se puede comprar en otros países, solo he de cambiar el título de la portada y ya está», explica el niño al teléfono.
Cuesta sacarle las palabras pero Denis se explica: «Pienso en una historia y ya está. Hago un esbozo. Mi favorito es el cuadrado». ¿Por qué? «No sé, me gusta».
Este precoz autor, a quien su padre reconoce maneras de hombrecito -«siempre ha sido como muy adulto»-, cuenta además con un colaborador, su hermano pequeño Darel, tres años menor que él. Con su ayuda confeccionó una de las historias del libro y a seis manos la familia Roca ha dado vida a un puñado de historias de terror con fantasmas y hombres lobo que han sido publicadas por Rockmedia bajo el título de Night creatures.
Iván espera que la creatividad de sus hijos tenga largo recorrido y más ahora que Denis ya lee y su cerebro trabaja como una esponja: «He notado que cuando lee una obra, enseguida lo pone en práctica. Si lee una historia de persecuciones esa acción se traslada a los señores forma. Le está poniendo mucho interés. Los diálofos llegarán en un futuro, es la evolución normal». Una de sus últimas lecturas ha sido la serie Dragon Ball: 35 entregas, a una por día. Las joviales y traviesas aventuras ideadas por Denis han enganchado por igual a pequeños y mayores y están nominadas a los premios de Expocómic, salón que se celebra a mediados de mes en Madrid, junto a otras dos obras de la editorial alicantina: Animal Party, de Miriam Muñoz, y Rosa y Javier, de Paco Hernández y José Ángel Ares. El señor cuadrado es observador y atento, el que más se aproxima a la personalidad de Denis, a quien no se le escapa que la Navidad es una de las épocas predilectas de los niños. Tal vez por eso creó a los señores muñeco de nieve, árbol de navidad y estrella. Y como siempre tiene que haber un malvado, el papel le ha tocado al señor rombo.
