Cientos de alicantinos, entre ellos numerosas personalidades del ámbito de la izquierda política, el sindicalismo y la cultura, dieron ayer su último adiós al escritor y periodista Enrique Cerdán Tato, fallecido el sábado a los 83 años de edad. La despedida tuvo lugar en un funeral civil celebrado en el tanatorio de La Siempreviva, donde se recordó el intenso compromiso ciudadano de Cerdán Tato, así como su disposición a colaborar con todo aquel que le pidió ayuda en algún momento de su vida. También se ensalzó, entre otros aspectos, su lucha por las libertades durante los últimos años de la dictadura franquista y la transición a la democracia a través de su militancia en el PCE.

En una sala totalmente abarrotada -incluso el vestíbulo del tanatorio se llenó por completo-, los primeros compases de Mediterráneo de Joan Manuel Serrat sirvieron para dar inicio al homenaje. Al principio se leyó el artículo firmado ayer por el periodista José María Perea en INFORMACIÓN, que destacaba cuestiones como que Cerdán Tato «ha sido una figura clave en la cultura» de Alicante, además de su compromiso con los pueblos saharaui y palestino o con la memoria histórica, para concluir que «ha sido el crítico, el ciudadano comprometido». Después, el propio Perea subió a la tribuna y añadió que el también cronista oficial de la ciudad es una figura «clave para entender una parte de nuestra historia», recordando asimismo su activismo hacia la figura de Miguel Hernández.

Precisamente, el catedrático de Literatura José Carlos Rovira leyó Vientos del pueblo del poeta oriolano, como muestra de esta vinculación. También Julia Díaz, hija de Antonio Díaz, compañero de Cerdán en el PCE, leyó unos versos en memoria del fallecido. Poco después, volvía a sonar Mediterráneo de Serrat, esta vez para dar por finalizado el acto, en medio de fuertes aplausos.

Cercanía y compromiso

Fueron muchos los representantes de la izquierda política, los sindicatos y la cultura que quisieron arropar a la familia de Cerdán Tato en su funeral. La nuera del poeta Miguel Hernández, Lucía Izquierdo, destacó la «relación familiar» mantenida siempre con el periodista, al que definió como «una persona muy próxima en todos los conceptos». Izquierdo recordó que se conocieron en 1976 a través de su marido, el hijo de Miguel Hernández, del que Cerdán Tato había sido su profesor, y que desde entonces «era parte de mi familia».

Desde los sindicatos, el secretario general de CC OO del País Valencià, Paco Molina, recordó especialmente su relación a través del Club de Amigos de la Unesco de Alcoy, en el que Cerdán Tato ha estado muy implicado desde los años del franquismo hasta que, muy recientemente, la salud se lo ha impedido. También la secretaria local del citado sindicato en Alicante, Consuelo Navarro, ensalzo su papel de «luchador por los derechos de los trabajadores». Por su parte, el secretario general de UGT en Alicante, Óscar Llopis, aludió a la «gran valía y esfuerzo» del escritor y periodista, así como al «gran impulso a la causa saharaui», aunque por razones de salud nunca pudo visitar ese lugar. Desde el Consejo de Cultura de UGT-PV, añadió Llopis, realizó «una labor imborrable en la que se dejaba la vida y que nunca se va a superar».

Asimismo, el periodista Mariano Sánchez Soler consideró que Cerdán «era el último grande de una generación que rompió con el provincianismo y se enfrentó a la dictadura».

En el ámbito de la política, fueron muchos los dirigentes de EU y PSOE que quisieron despedirse de Cerdán Tato. También estuvo en el tanatorio arropando a la familia la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, aunque mantuvo una presencia discreta. El diputado socialista en el Congreso Gabriel Echávarri destacó que «se va el último gran alicantino que nos quedaba, un rebelde que defendía todas las cosas que consideraba justas aunque las creyera perdidas».

Por su parte, el portavoz municipal de EU en Alicante, Miguel Ángel Pavón, insistió en que «la izquierda alicantina pierde a alguien que ha sido clave» para la ciudad, tanto en el ámbito de la política como en el de la cultura. Pavón definió a Cerdán Tato como «una persona solidaria, defensora de todas las causas justas y, entre ellas, de la memoria histórica». En este sentido, el edil recordó que en abril de 2014 se cumplirán 75 años del trágico final de la guerra civil en Alicante, y que el fallecido «querría ver un monumento en el puerto» homenajeando a los represaliados. Por ello, apeló a que «sea una realidad» ese reconocimiento.