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Lunes y martes

Contra el tópico de que en Alicante no hay nada

Gestores públicos y privados reflexionan sobre la programación cultural en el espacio Camon

Alejandro Tévar INFORMACIÓN

Decir que Alicante no tiene programación cultural, que nunca hay nada para ver y que carece de vida artística se ha convertido en una letanía que se repite en ocasiones de forma automática y sin fundamento, pero que ha llegado a calar entre los ciudadanos. Que sea suficiente, que se dé a conocer como debiera o que tenga la calidad deseable es otro tema en el que intervienen otras muchas coordenadas. Romper ese tópico y alzar la voz para demostrar que la cultura tiene vida y resistencia a la crisis es el objetivo del I Tictac Alicante que se celebra el lunes y el martes en el espacio Camon de la ciudad.

En esas dos jornadas se concentra lo que se denomina think tank, es decir, un «tanque de pensamientos», en el que se quiere demostrar que Alicante ha ido incrementando no solo el número de espacios destinados a acciones culturales sino también las agrupaciones y entidades que trabajan por y para la cultura, y también que viven de ella. Para realizar una puesta en común de la situación y establecer un debate que lleve a la coordinación de las actividades que se desarrollan y replantear el papel de las instituciones públicas, este encuentro, organizado por la agencia de comunicación Ciudad de la Sombra, va a reunir a representantes de entidades públicas y privadas que dinamizan la creatividad en diferentes ámbitos.

Así, intervendrán Alejandro Tevar, de la asociación Mistos; Raquel Martín, responsable de la programación de la sala Juanita Palomo; Daniel Simón, del colectivo Asuntos Aleatorios; María Pascual, de Trapala Trop; Juan Fuster, director de Mustang Art Gallery; un representante de la sala Ocho y Medio, y otro de Camon, así como Rosa María Castells, conservadora de las colecciones del MACA, y Caty Rodríguez, coordinadora de Las Cigarreras, como representantes de dos entidades culturales públicas. Ademas, a través de un formulario que puede rellenar todo el mundo, se elaborará un mapa de la situación cultural que recoja también las propuestas de los participantes.

José Abellán, que integra Ciudad de la Sombra junto a Sergi Hernández, considera «necesario» propiciar un punto de encuentro «donde juntar a diferentes agentes culturales para exponer sus puntos de vista y que se conozcan porque hay un montón de iniciativas en Alicante pero muchas no tienen continuidad, al final se caen o se transforman».

En su opinión, el movimiento cultural en Alicante es ahora mucho mayor que hace cinco años. El problema, afirma, «es que en otras ciudades ves que hay ciertos guiños de las instituciones para que estos movimientos no desaparezcan, como la cesión de espacios comunes... pero aquí hace mucho tiempo que no hay guiños».

La coordinación es otro de los problemas y también saber gestionar. «Se persigue desde hace años pero es complicado», apunta. «Las posibilidades pueden estar en aunar campos, si hablamos de turismo por qué no hablar de cultura de manera conjunta; eso es lo que la administración debe potenciar y no hablo de subvenciones».

Daniel Simón, artífice junto a Carlos José Navas y Jorge Villar de la empresa de gestión cultural Asuntos Aleatorios, lleva luchando muchos años contra la idea de que Alicante no tiene oferta cultural, «aunque en realidad hay mucha e interesante». Desde el año 2000 considera que «no de dejado de ver propuestas nuevas, de ver como surgían empresas culturales, bares con programación o grupos... yo opté por organizar las cosas que me gustaría poder ver en mi ciudad».

Simón cree que la cultura es un sector económico que engloba a muchas ámbitos laborales, desde los montadores a los limpiadores. «Odio ser tan práctico, pero hay que encontrar una solución para que todos los que hacen cultura y trabajan para ella pueda vivir de ello; que un músico, un pintor o un compositor puedan dedicar su vida a eso y puedan también vivir de ella, eso hará que tengamos gente mucho mejor».

También es consciente de que se deben buscar soluciones desde el sector privado «para demostrar que los agentes culturales nos podemos sacar las castañas del fuego; a la taquilla le hemos hecho poco caso y ahora es la prueba del algodón, la que te dice si algo funciona o no, y también soy gran defensor del crowdfunding». Por eso cree que hay que compartir ideas, como en este encuentro. «La coordinación entre agentes culturales es muy importante y existe, pero hasta cierto punto».

En junio de 2012, Alejandro Tévar creó la asociación cultural Mistos y su trayectoria ha sido ascendente. «No comparto la idea de que aquí no se hace nada; hay un montón de oferta, incluso a veces se solapan los actos, lo que falla es que la gente, por falta de costumbre o de interés, no acude todo lo que debería».

Cree que en los últimos años han surgido muchos colectivos que realizan y programan actividades, «y ahora estamos más coordinados, aunque deberíamos estarlo más aún para que todo sea mejor».

Tévar es partidario de crear un sector que pueda vivir de la cultura y que todos cobren por su trabajo. «Las instituciones han cogido el comodín de que no tienen dinero y te dejan espacios para que los llenes; pero eso en cierto sentido es lo que queremos, que nos dejen espacios no tanto que colaboren económicamente».

Para Juan Fuster, director de la Mustang Arte Gallery de Elche, es más importante que haya calidad a cantidad. «Ahora desde luego que hay programación cultural, pero otra cosa es que la calidad sea suficiente y que esté bien gestionada para que pueda llegar a la sociedad». Hecha en falta una cultura del mecenazgo privado, «aquí no hay tradición, no existe».

Sobre la coordinación de los agentes lo ve «bastante inviable», porque «el público es el que tienes y no se puede jugar mucho con las fechas». La colaboración considera que debería ir más a otros puntos como la educación, «no solo en colegios sino también para las empresas porque si no se valora el consumo de la cultura es porque no hay educación, no se considera un valor importante».

«Oferta sin duda hay, que no es la deseada, pues seguro», afirma Rosa María Castells, conservadora de las colecciones del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, una de las dos entidades públicas representadas en este encuentro. «Sería necesaria más coordinaciones entre entidades e instituciones culturales, algo que ocurre solo puntualmente; además falta información e interés por parte del ciudadano y falta también presupuesto dedicado a la cultura, tanto desde el sector público como del privado».

Castells considera que «de un tiempo a esta parte han surgido un montón de grupos muy dinámicos y con ganas de hacer cosas, pero creo que no llegan a todas partes ni tienen el apoyo suficiente para poder hacerlo».

Caty Rodríguez, coordinadora de Las Cigarreras, centra el problema «en los presupuestos» de las instituciones. «En Alicante hay mucha demanda cultural y bastante oferta, pero no creo que los centros culturales estemos coordinados, cada uno va a lo suyo». En su opinión, oferta hay «porque todo el mundo está poniendo de su parte; nosotros y los que hacen cultura porque dan contenido a nuestros centros a veces sin retribución, nuestro pago es la cesión del espacio». El problema es que «todos miramos hacia dentro, no pensamos en el futuro»,cuando la situación ideal «sería que fuéramos conscientes de que lo que hay que hacer es remar en la misma dirección». También hay que entender «que la gestión es muy complicada porque en un centro público hay muchos trámites para que todo funcione bien, pero mucha gente del mundo de la cultura lo consideran impedimentos y nos dicen que es un lío actuar en nuestro centro».

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