Si no existe, o bien no hay nada a tu gusto en el mercado... ¿por qué no lo creas tú? Algo así debieron preguntarse los miembros de la productora alicantina Citoplasmas, especializada en trabajar con objetos de plastilina o silicona para spots publicitarios y de toda índole, cuando andaban buscando los esqueletos o alambres compuestos de hierro o aluminio que sirven de sujeción para sus objetos animados. Y, ante estas circunstancias, puesto que ninguna empresa les suministraba el producto deseado (porque, cierto es, casi ninguna lo hacía), fue entonces cuando esta productora que está a medio camino entre Barcelona y Alicante decidió incorporar este nuevo servicio en su página web.
De aquello, hace ya dos años, pero la idea surgida en plena crisis empezó a funcionar especialmente bien: de hecho, estos esqueletos y alambres los venden en todo el mundo, y sobre todo en Estados Unidos, Latinoamérica y Corea del Sur.
«Los personajes tienen un esqueleto que bien se hace con alambres de hierro o según qué componente se requiera en ese momento. Necesitábamos eso, y como en el mercado no había casi nada, ni tampoco nos convencía lo que había, nos pusimos por nuestra cuenta aprovechando también que uno de nuestros socios es diseñador industrial. Y a partir de ahí, se lo enseñamos al mundo de la animación a partir de nuestros trabajos. De esto hace ya un tiempo, y vendemos sobre todo fuera de España», explica el alicantino Adrián Iborra, quien impartirá una conferencia el próximo lunes 18 de noviembre en Camon sobre el mundo de la animación.
Y precisamente de uno de estos esqueletos se compone su nueva creación, Click, un simpático pez de plastilina que cuenta con la particularidad de nadar sobre el sobre el suelo. De hecho, su historia, ha convencido al jurado del Festival Internacional de Cine de Alcalá de Henares, y ha sido seleccionado entre los más de 600 cortos presentados.
«Lo que hemos querido con Click es hacer que el espectador pueda reflexionar sobre el tema del trabajo, y la relación del ser humano sobre el ambiente laboral, y cómo afecta esto a su vida», agrega Iborra, quien añade que «la animación no es solo para niños, como muchos creen, y es una parte muy importante de la industria cinematográfica española».
Click sigue un complejo proceso de confección, con muchas dificultades cuando el rodaje combina animación con actores reales. Y si el cine se compone de 24 tomas por segundo, esto se traduce en 24 fotos con el pez, en un lento desarrollo y en el que tiene un factor relevante la música.
«Es una parte fundamental de la acción, sobre todo en un cortometraje como éste, donde no hay diálogos, conversación, y la animación juega mucho con la música. Es un gran peso de la animación, y donde aquí se ha hecho un trabajo fantástico», afirma Adrián Iborra, hermano de Irene Iborra, también alicantina y una de las principales impulsoras de Click como guionista. «Han sido dos largos años de trabajo, ocho versiones de guión, financiación... pero estamos muy contentos», concluye.
