Comenzó cantando en la tuna universitaria de Madrid y una cazatalentos le reclutó para la música. Acabó la carrera de Derecho y un master posterior, pero no tardó en cambiar la toga para utilizar su voz como herramienta de trabajo. Cinturón negro de judo, boxeador, practicante de esgrima histórica... pocas son las cosas que le faltan por hacer a Rafael Vázquez, que sueña con actuar en la Scala de Milan o en la Fenice de Venecia. De cualquier forma, reconoce que actúe donde actúe da lo mejor de sí mismo y espera poder mostrar algún día su arte en el Teatro Principal.

¿Qué se va encontrar el público que asista el día 5 al concierto en el ADDA?

Será un concierto de grandes figuras, la celebración del bicentenario de Wagner y Verdi y seguro que le va a encantar a la gente porque se está preparando con mucho cariño.

¿Cuál será su papel?

Seguramente cantaré el aria de Rigoletto a partir de un dúo de La Traviata y el dúo de Don Carlos. La segunda parte será más variada, cantaré una parte de Carmen.

¿Qué supone volver a cantar en Alicante?

Para mí cantar en Alicante es siempre un regalo, me fui de aquí siendo abogado y regresé siendo tenor. Adoro Alicante y su público, cantar aquí es algo muy especial siempre.

¿Cómo es el público alicantino?

El público es público. La música tiene que llegar. Un público entendido está acostumbrado a escuchar este tipo de música y puede comprender el contenido. Es como en el mundo taurino, el público y el aficionado. Prefiero meterlos a todos en el mismo barco porque si mi arte llega ésa es la mayor satisfacción que puedo tener. Quiero que llegue a todos y les guste. Con eso ya me han pagado, mi objetivo es llegar a todo el público y transmitir la emoción, el contexto musical.

Uno de sus mayores sueños es actuar en el Teatro Principal...

Cantar en el ADDA es maravilloso, de hecho cuando actué en diciembre fue sin duda el momento más emocionante de mi carrera. La infraestructura es maravillosa. No se podría haber hecho mejor. Lo que me llena de orgullo es que le están dando más y más vida. Desgraciadamente en otros sitios encuentras auditorios vacíos que no se les da uso. No es una espinita pero sí una ilusión muy grande cantar en el Teatro Principal. Es un sitio mágico por la historia, estética, una bombonera clásica.

Tras 13 años recorriendo Europa vuelve a tener residencia en Alicante...

Regreso a mi casa porque las raíces siempre tiran y echaba en falta a mi familia. Un factor muy importante fue conocer a mi actual maestro, José Sempere, que además de un gran artista es una grandísima persona. Sempere ha dado un vuelco a mi carrera con otro repertorio. Ha relanzado mi carrera otra vez. También estoy trabajando con Francisco Maestre, director de la Orquesta de Jóvenes.

¿Sus próximos proyectos?

Ayer volví de Viena para hacer una sesión de trabajo con el director de una compañía y firmé un contrato para hacer el papel de Orlando Palladino en la Ópera de Haydn. Sería un tour por Europa y luego tengo varios conciertos por la provincia. Sobre todo el mes de noviembre está cargado de requiems a Mozart.

¿Qué recuerdos conserva de su primer concierto?

Fue algo curioso porque se me acercó una soprano profesional que trabajaba en Alicante. Yo venía de la tuna. Se enteró de que yo cantaba y sabía hablar francés. Estaba preparando un concierto en el teatro Arniches. Buscaba un tenor y algo despertó en mí que no tardé en dar mi primer concierto. Luego un momento que recuerdo fue mi debut en la Flauta Mágica en 2002 porque parecía que había estado en un escenario toda mi vida .

Su llegada a la música fue tardía...

De hecho en el colegio el profesor de música me ponía en la última fila para que no se me escuchara en los festivales de villancicos. Cuando me fui a estudiar Derecho a Madrid me enrolaron en el tuna universitaria y allí fue cuando empecé a cantar. Descubrí que tenía una voz a los 23 años.

¿Qué significa ahora la música para usted?

Es el idioma universal. Conecta a todas las clases sociales, no tiene fronteras. Es el idioma del alma. Influye en nuestro estado de ánimo, nos inspira. Me llena la vida.

¿Cómo ha influido la crisis en la música?

Los recortes en cultura fueron uno de los primeros efectos de la crisis. La situación está mal en todos los sitios. La cultura aquí a diferencia de otros sitios se califica como un lujo, se está recortando sin parar y es un grave error. Mejor hacer cosas de menor envergadura pero constante, sobre todo a nivel educacional. Hay que intentar que los jóvenes aprendan la cultura. Los artistas estamos dispuestos a rebajar nuestro caché. Cuando actúo le cuentas una historia al público que necesita evadirse de su situación cotidiana.

¿Alguna obra que le gustaría representar?

Siempre dije que me hice tenor para representar La Tosca, es la ópera más completa. Me siento muy identificado con el personaje. Es una tragedia brutal pero tiene todos los ingredientes.

¿Y algún teatro con el que sueñe?

En cada teatro que canto lo doy todo sea cual sea. Mi público es el mismo.