Premio Nacional de Cómic 2010, Premio Nacional de Cómic de Cataluña, Premios de la Crítica a la mejor obra y guión... Muchos consideran El arte de volar una obra maestra del cómic y una historia desgarradora de la España del siglo XX. Sin embargo, en Corea del Sur acaba de ser calificada de «lasciva» y apartada de la vista del público por las escasas escenas sexuales que contiene en sus más de doscientas páginas. No ha sido retirada, sino autorizada sólo a mayores de 19 años «por su contenido perjudicial para menores» y, por tanto, prohibida su promoción y exhibición directa al público en librerías.

Traducida a ocho idiomas, con la edición de una guía didáctica para institutos y con 70.000 ejemplares vendidos en Europa, la historia escrita por Antonio Altarriba sobre la vida de su padre desde su niñez hasta su suicidio a los 90 años y plasmada en las viñetas de Kim fue publicada en 2009 por la alicantina Edicions de Ponent. Es sin duda, su mayor éxito editorial y el que les abrió muchas puertas a otros mercados fuera de España.

Su director, Paco Camarasa, relata que hace apenas un mes que habían vendido los derechos de El arte de volar en Corea del Sur a través de la editorial Image Frame, su primera incursión en el mercado asiático, y en apenas unas semanas el cómic había vendido más de 2.000 ejemplares.

«El libro estaba funcionando muy bien y con muy buena acogida de ventas y crítica pero ahora la Comisión Ética de Publicaciones la ha echado atrás por dos cuestiones: las escenas de sexo con una menor, de 16 años, y el adulterio del protagonista», apunta Camarasa, que ha sido informado de la reciente consideración del comité por sendas cartas de la editorial coreana y del traductor de la obra a ese idioma.

Para ellos, la decisión es «indignante» e «incomprensible» en una obra que consideran «un gran trabajo» que «refleja muchas similitudes entre la historia de España y la de Corea» y ha sido «tan bien recibida por los lectores». En su opinión, demuestra la situación que vive la cultura en Corea, donde señalan que también han pasado por esta experiencia Los 120 días de Sodoma o la película Moebius, de Kim Ki-duk.

Ambos anuncian a Altarriba y a Camarasa que reclamarán a la comisión que rectifique y la obra sea accesible para todos los públicos y están recabando apoyos de lectores, autores y editores coreanos para expresar su protesta. «Igual que luchasteis en España, nosotros lucharemos aquí», concluye el traductor de la obra.

Paco Camarasa, señala que El arte de volar no ha tenido problemas de censura en ningún país donde se ha editado, incluido Turquía, «y muchos de los mangas tendrían que pasar por ese comité, si ponemos puertas al campo», además de considerar «absurdo» que «una gran obra de carácter universal sea enjuiciada por esas escenas de sexo».

Para su autor, Antonio Altarriba, que el comité coreano califique de «lasciva» su obra es inexplicable: «Joer, cuento cosas tremendas de la guerra, de campos de concentración, de represión dictatorial... y parece que lo único que importa es que haya sexo y adulterio, porque mi padre no era un santo».

Añade su cabreo por esa supuesta «protección» a los menores de 19 años, que considera «hipócrita» porque «los chavales pueden ver cómo se les mete la violencia por las narices pero que haya relaciones sexuales es algo horroroso. ¿Acaso no hay adulterio en Corea?» y rechaza reducir a lujuriosa su novela gráfica, que cuenta «la historia de un hombre en la historia de España, la guerra, el exilio y las esperanzas perdidas».

Por el contrario, a Altarriba le motiva y le emociona esta «revolución de verano» armada en Corea del Sur con la reacción de la editorial: «Parece que están luchando como mi padre luchó en España, y eso me llega mucho, porque sirve para que en Corea salga a debate el tema de la libertad de expresión, que nunca tenemos totalmente ganada, ni siquiera en España. Así que, ochenta años después, sigue teniendo eco la historia de mi padre, es como si estuviera más vivo allí», señala.

Altarriba y Camarasa recuerdan que el libro que el primero hizo en homenaje a Hergé, Tintín y el loto rosa, fue considerado «pornográfico» por The Guardian «y pasó de vender 300 ejemplares a agotar la tirada y venderse en eBay por 700 euros, por lo que nunca sabes si va a tener el efecto contrario».

No obstante, habrían preferido entrar en el mercado asiático «tranquilamente, sin levantar polémica, como ha pasado en el resto de países», ya que esta incursión podía suponer el salto a Japón, el primer país en cómic del mercado oriental, al que le sigue Corea del Sur, donde El arte de volar «igual es el primero español que llega porque ellos tienen mucha producción, muy diversa, y son muy suyos», apunta Altarriba, a lo que Camarasa añade que este cómic es el mejor ejemplo de que «apostamos por nuestro producto fuera y hacemos camino».