La empresa Aguamarga Gestión de Estudios, responsable hasta ahora de gestionar el complejo cinematográfico Ciudad de la Luz, no se moverá de las instalaciones a pesar del reciente fallo judicial que resuelve el contrato entre ambas partes y le condena a abonar 1,2 millones por incumplimiento de sus funciones.

El consejero delegado de Aguamarga, Javier González, aseguró ayer que esta entidad no abandonará las instalaciones «mientras no haya una sentencia firme o nos lo ordene un juez». González reiteró que el fallo del juzgado de Primera Instancia número siete de Alicante hecho público el martes «es provisional y nosotros vamos a recurrirlo porque creemos que hay razones suficientes para hacerlo» tras recordar que en la sentencia hecha pública ayer no hay mención alguna al abandono de las instalaciones.

El argumento es el opuesto al manifestado por la defensa de Ciudad de la Luz, que considera que una vez declarada la resolución del contrato por un juez, la decisión lleva implícita la marcha de Aguamarga del complejo puesto que se deshace la relación contractual.

González mantiene que la mercantil, en concurso de acreedores, «va a seguir trabajando y haciendo proyectos para poder atraer incentivos fiscales que hagan posible llevar a cabo rodajes en los estudios, por el bien de la provincia y de Ciudad de la Luz, para que se beneficien de este proyecto industrial». El responsable de Aguamarga indicó que en breve prevé mantener reuniones para ello con responsables de los ministerios de Industria y de Cultura.

González recordó que hace dos años que se eliminaron las ayudas a los rodajes del Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC) y la última película que se rodó en los estudios fue la de Gracia Querejeta, 15 años y un día, en mayo de 2012. La cinta fue última producción en el complejo de Gerardo Herrero, el máximo garante de los estudios tras haber rodado allí 22 películas desde 2008. Herrero dejó de llevar rodajes el pasado verano a los estudios alicantinos por impagos de Ciudad de la Luz a sus producciones.

Quien se mostró ayer «feliz» con el fallo judicial fue Elsa Martínez, la exdirectora de Ciudad de la Luz, responsable de rubricar con su firma la rescisión unilateral del contrato con Aguamarga en octubre de 2010 y contestar a la demanda de la empresa gestora con otra demanda en los tribunales.

Martínez, que meses después fue destituida del cargo por el Consell, manifestó su satisfacción por la condena a Aguamarga «porque después de dos años y medio se ha demostrado que la rescisión del contrato con Aguamarga tenía fundamento y se hizo de forma correcta». La exresponsable del complejo incidió en que la decisión adoptada «no era una locura sino que era una necesidad» y coincidió en que Ciudad de la Luz debe pedir la expulsión de Aguamarga.

Por otra parte, el desmantelamiento de Ciudad de la Luz continúa su recorrido. El Consell ha formalizado el despido de tres personas del complejo, entre ellas el director técnico de las instalaciones, el ingeniero Vicente Maciá, además del informático Óscar Marín y la abogada Marien Marín, según señalaron fuentes de Ciudad de la Luz, por lo que en las instalaciones apenas queda el director general, José Antonio Escrivá, y su equipo más estrecho.