Pal Sarkozy, nacido Paul Stephane Sarközy de Nagy-Bocsa, saborea a sus 86 años las mieles del éxito y su reconocimiento como artista. Presenta en Ibiza una exposición, 'Una nueva mirada', de su obra más reciente tras mostrarla en Moscú, Pekín, Punta del Este, París y San Petersburgo.

¿Qué significa para usted exponer en Ibiza?

Ibiza es mi tercera patria, vengo a Ibiza y a Balears desde hace 50 años. Me encanta la isla y la forma cómo ha cambiado. Hace cincuenta años no había nada, sólo una carretera de tierra, no existía ni Marina Botafoch ni todo lo que ha surgido alrededor. Vengo aquí desde entonces y tengo un apartamento donde pinto y me siento muy a gusto y ahora voy a mostrar mi obra más reciente a mis amigos y la gente de la isla.

¿Qué se puede ver en su exposición?

Es una obra reciente que he hecho con mucho amor porque estoy enamorado de mi pincel. Pinto todos los días, hasta en domingo, el tiempo no pasa para mí cuando estoy pintando, especialmente en Ibiza. Aquí pinto de forma totalmente diferente que en París, porque la luz y los colores son diferentes. París es triste en invierno y Ibiza en un raudal de color y alegría.

¿Cuántos cuadros habrá en la exposición?

35 en total. 15 cuadros que provienen de la última exposición que he hecho en el Centro de Arte Moderno de Alcobendas y también 21 esculturas pequeñas. Queríamos traer esculturas de tres metros pero es difícil transportarlas a la isla y más ahora en verano.

¿Añora la Ibiza que conoció o le gusta más la actual?

Es un poco diferente, antes era más natural, había payesas vestidas de negro sentadas delante de la puerta de sus casa y era más bucólica. No existían los clubs y las discotecas, había muchos hippies y un ambiente muy alegre siempre. Ahora es más internacional, bulliciosa y cosmopolita.

La isla de los hippies se ha convertido en la capital de la música y la moda y en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Ahora todo el mundo quiere veranear aquí. ¿Cómo ve este cambio?

Tengo la sensación de que estamos sorteando un poco mejor la crisis. Parece que no nos afecta tanto como en la Península.

Su pintura tiene más color, alegría y erotismo. ¿A qué se debe este cambio?

Efectivamente, es más viva, tiene más colores y más mujeres. Es muy diferente y quizá la razón sea la propia isla.

Vive a caballo entre París y Ibiza cuando no está viajando. ¿Dónde le gusta pintar ?

Sin duda en Ibiza, ya que en París es casi siempre invierno. Desde hace veinte años paso cuatro meses al año aquí, también he pasado mucho tiempo en Mallorca, pero la isla me inspira porque es mundana.

Alterna la pintura con la escultura.¿ Qué disciplina prefiere?

Mucho más la pintura. Con la pintura puedes jugar más con los colores, con el blanco y el negro, y me divierte mucho más.

¿Contempla la escultura como una evasión de su arte?

No, primero hago el cuadro de la futura escultura. A partir del cuadro sé el tipo de escultura que quiero hacer. No es una evasión, simplemente es otra forma de ver el arte. Un buen ejemplo es una de las obras que expongo, que está hecha a partir de un cuadro pero con otra dimensión.

Háblame de su libro

Hace tres años que lo acabé. Hablo de mis orígenes, de la familia y del recorrido de mi vida. De cómo partí de Hungría y llegué a París en 1948. En aquella época dormía en la carretera sin zapatos y 60 años después he visto cómo mi hijo ha sido presidente de la República de Francia. Ha sido un recorrido bastante divertido, en el que he vivido momentos históricos de Europa.

¿Ha retratado en el libro ese recorrido de la familia?

Es un retrato divertido de familia. Está editado en España por Planeta, se ha traducido al húngaro también y pronto se publicará en ruso.

¿Piensa que la fama le ha llegado tarde?

Todo ha ido muy rápido en mi vida. En 1958 abrí mi primera empresa de marketing y publicidad y he trabajado para marcas como Procter and Gamble y Biotherm. Me he dedicado a trabajar en publicidad y en arte.

¿Le gusta la política?

No es para mí. Nunca me he dedicado a la política y no pensé en tener dos hijos que se dedicaran a ella, como Nicolas y Guillaume, que ahora es vicepresidente del Patronato de Compañías Aseguradoras de Francia. Viene también a pasar unos días a mi casa. Guillaume fue elegido presidente del patronato de seguros el mismo año en que Nicolas se presentó como candidato y tuvo que dimitir para no entorpecer la carrera de su hermano a la presidencia.

¿Su hijo Nicolas se va a retirar definitivamente de la política?

No lo sé, eso es su elección, ya veremos. Ahora tiene una vida mucho más tranquila, no tiene tantos problemas y con la crisis que hay en Francia no creo que sea el mejor momento para volver.

¿Piensa escribir otro libro?

Tengo 86 años y con la pintura y la escultura me basta. Así que no. En Hungría quieren hacer una película de 'Tant de vie'. Ya veremos€ lo estoy pensando.

Usted ha vivido varias crisis en Europa. ¿Cómo ve la actual?

He vivido varias crisis en Rusia y en Hungría. Ahora lo contemplo de otra manera. El año que viene será muy duro para todos. 2014 será un año muy difícil también en Francia.

¿Qué proyectos baraja?

„Lo que me gusta ahora es seguir preparando exposiciones, como las que he tenido en Pekín, Moscú, Punta del Este (Uruguay), París, Kiev, San Petersburgo y la última que he presentado, en Alcobendas.