Bigas Lunas decía con razón que era un "catalán del sur". Lo decía, claro está, con cierta sorna, pero era una manera (su manera) de declarar su amor por esta provincia. Aquí rodó tres películas, inauguró una exposición y se volcó con la cultura local y universal, como la del Misteri d'Elx.

En 1993, cuando trabajaba su película Huevos de oro en Benidorm, Bigas Luna ya era un director conocido. Había adaptado exitosamente la novela erótica de Almudena Grandes, Las edades de Lulú, y había catapultado a la fama a Javier Bardem y Penélope Cruz con Jamón, jamón. Su visión innovadora del cine, con una línea de juegos sexuales y carnales en sus tramas, ganó rápidamente adeptos.

Para Huevos de oro, rescató nuevamente a Bardem para el reparto, en el que compartió protagonismo con una jovencísima Maribel Verdú. La presentación de la película en Benidorm contó con una gran expectación. Entre el público, el alcalde de la localidad, Eduardo Zaplana, y el presidente de la Cámara de Comercio, Luis Díaz Alperi, y cientos de fans. La ciudad turística por excelencia no quiso perderse, por entonces, la fiesta de los grandes rodajes.

En el 2001, Bigas Lunas se plantó en Dénia para el rodaje de Son de mar. La novela de Manuel Vicent parecía pensada y creada expresamente para el director catalán: el cuerpo de un joven profesor de clásicas, Ulises, interpretado por Jordi Mollà, aparece flotando sin vida al fondo del mar, vestido extrañamente de novio. La historia de amor abordaba las tres obsesiones del cineasta catalán: la muerte, el sexo y la gastronomía. El estreno en Dénia de la cinta tuvo una grandísima acogida, y más de 800 personas asistieron al cine Condado. Allí se le preguntó a Bigas Lunas por las distintas secuencias eróticas que aparecían, y él contestó: "Mire, yo es que soy muy mediterráneo".

En el 2010, quizás en las horas más bajas de su creación, Bigas Lunas filmó Di Di Hollywood en los estudios de Ciudad de la Luz y en distintas localizaciones de Alicante. La cinta pasó desapercibida en los cines, aunque sus intenciones eran bien claras: llevar a su nueva musa, a Elsa Pataky, a lo más alto, como ya hizo tiempo atrás con Penélope Cruz, Leonor Watling, Ariadna Gil o Verónica Echegui. Pero la segunda parte de Yo soy la Juani fracasó, como también lo hizo la siempre atractiva Elsa Pataky (que desapareció, de un plumazo, del séptimo arte) y por supuesto Ciudad de la Luz, que está actualmente en venta.

Pese a todo, los certámenes de cine de la provincia han sabido reconocer el punto de inflexión que marcó Bigas Luna con sus películas en el cine español. Y, en el 2007, fue homenajeado en el Festival de Cine de Alicante; y, en el 2011, recibió el Faro de Plata del Festival de l'Alfàs.

Más allá del cine, Bigas Luna también mostró un gran interés por el Misteri d'Elx, que visitó en dos ocasiones, en 1999 y el 2005. Allí tuvo ocasión de conocer la histórica representación religiosa, e incluso, según confesó, le hubiera gustado hacer cine de ello, como queriendo atrapar el tiempo.

Finalmente, en el 2009, inauguró la exposición Ingestum, en el Mubag, organizada por la Diputación. Una muestra sobre la alimentación y los fluidos humanos, tan peculiar y ecléctica como lo era su cine, y como lo era él mismo.