Un grupo de destacados intelectuales han solicitado al escritor y miembro de la Real Academia Española Antonio Muñoz Molina que no acuda a recoger el Premio Jerusalén el 10 de febrero, ya que consideran que desde la alcaldía de esa ciudad se promueve "uno de los sistemas de apartheid urbano más crueles del mundo".

La carta está firmada entre otros por el co-autor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos Stéphane Hessel, el cantante de Pink Floyd Roger Waters, el director de cine Ken Loach, el escritor y dramaturgo John Berger, el escritor y columnista Luis García Montero, la autora norteamericana Alice Walker, el guionista británico Paul Laverty y el poeta surafricano Breyten Breytenbach.

El Premio Jerusalén, dotado de una asignación económica de 10.000 euros, es un galardón patrocinado por la Municipalidad de Jerusalén que los autores de la carta califican de "cerebro e instrumento de la colonización ilegal de Jerusalén Oriental".

Según los firmantes, el alcalde de Jerusalén, "que auspiciará la ceremonia de entrega, es responsable del diseño y desarrollo de uno de los sistemas de apartheid urbano más crueles del mundo, de la demolición ilegal de casas, confiscación arbitraria de propiedades, supresión sostenida y sistemática del desarrollo económico, social y cultural en los barrios palestinos".

Como artistas, señala el grupo, tenemos "la obligación de revelar al público lo que los opresores intentan mantener oculto, renunciar a que les hagan cómplices de sus violaciones y crímenes, y reclamar en voz alta: justicia, libertad y dignidad para los oprimidos".

Los firmantes solicitan a Muñoz Molina que "reconsidere su posición y renuncie al Premio Jerusalén", como indicó el movimiento global de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el Apartheid israelí. La organización considera que, si no, el autor "será cómplice de los crímenes de Israel contra los derechos humanos y de su política del "aquí no pasa nada"".

Muñoz Molina subrayó que en Israel "hay muchas personas y organizaciones que militan a favor de la paz", y puso como ejemplo la orquesta del famoso director Daniel Barenboim que agrupa a músicos israelíes, palestinos y españoles. "Elijo estar de parte de esa gente antes que boicotear a un pueblo entero", añadió el escritor, que lamentó que "en España a veces no se distingue entre qué es ser judío o israelí, o entre el estado de Israel y las políticas concretas del Gobierno israelí de cada momento". Muñoz Molina, que ayer reiteró a El País que no piensa rechazarlo, recalcó cuando anunció su intención de acudir que hay que distinguir entre un Estado y las políticas de sus gobiernos.