La Lonja del Pescado de Alicante volverá al Jurásico con una exposición sobre la historia de los dinosaurios que ocupará los 1.400 metros cuadrados del recinto municipal. Será a partir del 2 de marzo con Dinopétrea, una muestra itinerante organizada por la Fundación para el Fomento de las Artes, las Ciencias y Objetivos Paleontológicos Singulares (Facops) de Zaragoza, que lleva dos años recorriendo el país.

La exposición está formada por más de sesenta piezas, entre réplicas y originales, que recorren "la historia de la vida, desde que se crea el universo hasta que se extinguen los dinosaurios", señala Javier Val, presidente de la fundación, que trasladará a Alicante alrededor de una veintena de esqueletos de ejemplares de extinguidos, una docena de ellos dinosaurios, pero también reptiles marinos o voladores, peces y mamíferos.

Entre ellos destaca la osamenta de un Mamenchisaurus, de 27 metros de longitud, el fémur de un metro de altura de un Apatosaurus y, por primera vez, se expondrá en Alicante el esqueleto completo de un Tyranosaurus Rex, de 15 metros de longitud, del que hasta ahora sólo se había exhibido la cabeza, que sola mide dos metros, y cuyo montaje ha llevado seis meses de trabajo.

Además de los dinosaurios, la muestra, que se inicia con una proyección y la muestra de un meteorito, se complementa con una sala de fósiles de 500 millones de años, expuestos cronológicamente, y otro espacio donde hay una excavación de arena del desierto llena de fósiles reales de dientes de tiburones, que los espectadores pueden identificar y llevarse uno de regalo, así como contemplar el corte de una geoda -piedra hueca con cristales- con una máquina especial.

La entrada a la exposición costará 7 euros -5 para grupos superiores a 20 personas- y el recorrido dura algo más de una hora.

La Fundación Facops trabaja en excavaciones desde hace 25 años por todo el mundo y la mayoría de las piezas originales proceden de EE UU -donde cuenta con un yacimiento para excavar- China, Mongolia y el Sáhara, "ya que en España está prohibido extraer piezas. También trabajamos para museos y algunos nos ceden copias de sus huesos, como el Museo de Biología Evolutiva de Tokyo, que nos ha cedido una copia de dos metros de mandíbula".