Especialistas de la Universitat de València mostraron ayer sus dudas y alertaron sobre la autenticidad del vaso ibero de más de 2.200 años de antigüedad que la semana pasada fue entregado por el Seprona de la Guardia Civil al Museo Arqueológico de Alicante, tras intervenirlo hace un mes en la trastienda de un anticuario de El Campello.

"Es probable que no sea un vaso auténtico", advirtió la catedrática de Arqueología de la Universitat, Carmen Aranegui, quien informa que "en el último año han "aparecido" en idénticas condiciones varios vasos más que se ha probado eran falsos, pintados con motivos ibéricos, siempre con escayola blanquísima y recompuestos en varios fragmentos".

Con la prevención propia de quien no ha visto la pieza en persona y no ha podido examinarla con detenimiento más que por las fotografías, Aranegui -experta en pintura cerámica de la época en cuestión- aseguró que "el friso contiene una sospechosa mezcla de elementos idénticos a los de otros vasos conocidos, lo que es inusual".

Así, destaca las similitudes y los elementos que le hacen sospechar de que se trata de una copia: "La polaina del personaje y el "escudo" redondo vienen de La Serreta, en Alcoi; los cuernecillos sobre el casco, vienen del Tossal de Sant Miquel de Llíria, antigua Edeta; el jabalí imita el del vaso más famoso del Cabezo del Tío Pío, en Archena".

La catedrática, que critica que la pieza "no ha sido peritada por expertos", cuestiona además que, como en otros casos similares, "no procede ni de una excavación ni de un hallazgo casual en el suelo", si no que ha sido encontrada en un comercio de antigüedades, guardado en una caja de cartón sin ser expuesta al público.

Las controversia está servida porque, por su parte, el especialista del Servicio de Patrimonio Cultural Valenciano de la Conselleria de Cultura, José Luis Simón, aseguró la semana pasada, al presentar el objeto, que se trataba de un vaso ibero "excepcional" y que era el único que se ha recuperado completo de los veinte similares que hay en la Comunitat Valenciana.

Un técnico de Cultura que analizó el vaso corroboró que se trata de una pieza original "de una calidad excepcional" y posiblemente única a nivel nacional por su temática figurativa. Presenta impacto de fuego de hoguera.

En cambio, la catedrática relató que "nos encontramos con un patrón similar.Es como un corta y pega. Alguien, que nunca se identifica, deposita la pieza en un anticuario; son imitaciones de cerámica decorativa y de tipo narrativo; siempre hecha fragmentos y, algunos, con trazos de fuego y una escayola blanca sin uso".

La arqueóloga valenciana, a la que avala un reconocido prestigio internacional, comenta que en la cerámica ibera los temas se pueden repetir pero el pintor nunca copia textualmente. "Este es un calco" de otros señaló, aunque reconoció que "estamos ante un falsificador moderno muy hábil, que sabe de cerámica, como la de La Serreta".

En su opinión, la Conselleria de Cultura debería haber acudido a un comité de expertos en vez de "lanzarse a admitir criterios de una sola persona".