Si hay un punto que conecta todas las piezas de la novela Puzle de Sangre, no es otro que el engaño. Tanto por su guión como por la manera en que surgió la idea de escribirla. Me explico. Un buen día, el escritor biarense Pepe Payá (Castilla o los veranos; Destilando fantasmas) le pidió a Mario Martínez, uno de sus columnistas preferidos del diario INFORMACIÓN, que hiciera la presentación de un libro de misterio que acababa de publicar. "Cuando llegué al acto no se me ocurrió otra cosa que decirle al respetable que yo no era realmente el presentador, sino un ladrón de medio pelo que se había colado en este evento para esquivar a las fuerzas del orden. Payá no sólo me siguió la broma sino que se pasó la noche rumiando la divertida anécdota e incluso le inspiró un relato", recuerda Martínez.

Este cuentecillo, que contenía dosis generosas de novela negra, sin prescindir del sentido del humor, hablaba de dos delincuentes que se encuentran en una casa y se hacen pasar por unas personas que realmente no son. Cuando Mario Martínez lo leyó, además de partirse de risa, quiso contestarle a su compañero con un nuevo episodio. Se estaba engendrando la novela que el pasado mes de noviembre consiguieron publicar a través de la editorial Tagus de ebooks, que avala Grupo Planeta.

Este ejercicio literario se repitió durante meses. "Durante dos años nos dedicamos a destrozar lo que el otro había escrito. Cada uno pretendía ser más ingenioso que el otro. La máxima, en definitiva, era decir: "Yo a éste lo jodo"", bromea Martínez, que durante muchos años ha sido profesor titular de Historia Moderna en la UA.

Recuperando el género "Pulp"

Payá, también docente de Lengua y Literatura en un instituto de su pueblo, afirma que algunos críticos literarios han definido esta historia como "una mezcla de Tarantino y Torrente". Una novela "pulp" a la española, "como aquellos libros policíacos populares que publicaba la editorial Bruguera en los 60 y que la gente se metía en el bolsillo para leer en el autobús", comenta su compañero.

Se ha escrito a cuatro manos y a dos voces, la de sus protagonistas: un asesino a sueldo al que todo le sale bien y un ladrón "robagallinas" al que todo le sale mal. No tienen nada que ver. Incluso, se llegan a odiar. Lo único que les une es su amor por el cine y la literatura. "Como diría Hitchcock, el "macguffin" de esta historia es que ambos delincuentes portan dos cadáveres cuando se conocen y tienen que escapar. Como uno de ellos no sabe conducir tiene que depender del otro para la huida. Todo esto desemboca en una "roadmovie" repleta de maleantes chapuceros, policías con pocas luces, esposas sin sentimientos y toda una serie de situaciones desternillantes", señalan. La historia viene además aderezada con un leve toque de crítica social y política. "Justificar el politiqueo es algo demasiado común. Queríamos ofrecer violencia gratuita que en vez de en Harlem sucediera en Monóvar. De hecho, la trama va atravesando diferentes puntos de la provincia: Alicante, Pinoso, el aeropuerto de El Altet, las fiestas de Moros y Cristianos de Sax... Si lo piensas, el follón que se genera en este tipo de actos puede ser perfecto para que dos asesinos hagan de las suyas", bromean.

Novatos en la tecnología ebook

Aunque comenzaron usando correo postal para enviarse el uno al otro los capítulos, el azar les ha llevado a publicar en ebook. No pierden la esperanza de que se edite en papel pero valoran la internacionalidad de su difusión. Tampoco temen la piratería, aunque se oponen a ella. Piensan que "ojalá el mayor de los males de este mundo fuera que la gente robara libros".