Trabaja ocho horas al día en The Cocktail como consultora media mánager. El resto del tiempo lo dedica a ser La chica del Facebook, un blog sobre redes sociales que le acaba de proporcionar el Premio Bitácoras. Y aún le quedan horas para participar en La Nube de La 2 y en Quítate la liga de Onda Cero. Hoy imparte su segunda clase en la Escuela Superior de Marketing de Alicante.

Acaba de recibir el Premio Bitácoras al mejor blog tecnológico del estado por La chica del Facebook. ¿Qué supone ese galardón para un bloguero?

Bueno, pues sobre todo la parte de reconocimiento, porque la votación tiene una primera fase en la que la gente te vota de forma libre y he quedado segunda. Luego hay un jurado que elige. Es decir que no solo son mis amigos sino que hay gente que considera que lo que escribo es bueno.

¿Cómo empezó en todo esto?

Empecé en 2007 con un Fotolog, una plataforma que ya casi nadie usa pero que yo actualizo todavía. Lo abrí a la vez que mi primera red social, Tuenti. Buscaba un espacio para poder escribir. Con el blog La chica del Facebook llevo dos años y me he encontrado con un premio que distingue una trayectoria.

Tiene 600 seguidores en Facebook, 5.500 en Twitter y su blog ha conseguido este mes más visitas que en todo su primer año de funcionamiento. ¿Por qué este éxito?

Yo creo que tienes que esforzarte en crear comunidad. Los blogs tienen una comunidad de gente; puedo tener un blog con 20 personas escribiendo y que sean muy profesionales, pero crear comunidad es comunicarte con la gente que esta al otro lado, recibir comentarios, aceptar que te equivocas y ayudar, yo ayudo a mucha gente que me consulta sobre redes sociales y eso me da pie a continuar y a estar a la última.

Usted habla del Karma 2.0 que consiste en dar a la red lo que recibes de ella...

Yo aprendí mucho de todo lo que leí en las redes sociales. Llegué como una ingeniera con un máster pero no sabía ni l0 que era el Facebook. A partir de ahí creo que mi objetivo fue devolver a la red lo mismo que yo encontraba en ella y lo que llevo ya haciendo un tiempo es ayudar a otros bloggers igual que a mí me han ayudado. Cuando llegas a un blog te conviertes en ingeniero, periodista, especialista en márquetin...

Un blog es algo muy personal, pero a la vez tiene que interesar a mucha gente. ¿Dónde está el límite entre una cosa y otra?

Escribas lo que escribas siempre va a haber gente a la que le interese, otra cosa es que sea algo más restringido o algo más amplio. Pero lo que diferencia a un periodista de un blogger es lo personal que tú aportas a los artículos. No tengo que ser objetiva, soy totalmente subjetiva.

¿Por qué cree que hay gente que lee blogs y no tanto otro tipo de publicaciones?

Pasamos mucho tiempo frente al ordenador y la información que da un blog es muy liviana. Un libro son 200 páginas, un blog son 400 palabras. La cantidad de información que recibes es enorme y tienes que saber exactamente qué es un blog porque un blog no sustituye a un periódico o a un libro, son cosas complementarias.

También hay blogs que son "peligrosos", no solo por el contenido sino también por la utilización del lenguaje...

Los blogs lo que han hecho es democratizar una herramienta de comunicación, pero eso crea también una incertidumbre. Hay una organización, Fundeum, que ha creado un libro para escribir correctamente en Internet y yo creo que hay que leerlo antes de escribir porque se ven auténticas barbaridades. Pero tu escribes y las palabras quedan fijas y eso hace prestar más atención. Si te equivocas te cae una fuerte. Tienes que cuidar mucho el lenguaje.

¿Al final el blog se convierte en un negocio?

Sí. El blog se monetiza pero yo no lo monetizo directamente, sino a través de conferencias, clases o colaborar en programas.

Hay algunos aspectos que son difíciles de conjugar entre las redes sociales y, por ejemplo, los derechos de autor.

Tenemos que reinventar el modelo porque está caduco. Yo genero un contenido en Internet y si pretendes que nadie pueda linkarte y poner tu contenido en otra página lo llevas claro. La solución Spotify es el modelo óptimo. Eso debería pasar con todos los sectores. El pirateo existirá mientras no se cambie el modelo de producción y de distribución.

Otra frase muy repetida: "Las redes ponen una barrera en el trato personal".

Eso es mentira. Nos hacen ser todavía más sociales. A mí no me evita tomarme una caña con mis amigos. Al contrario, me hacen estar en contacto con ellos cuando no estoy con ellos.