Pueden tomar por buena la frase de que el debate no está en la calle sino en Internet. Y, más concretamente, en las redes sociales, donde desde hace unos años se ha trasladado abiertamente el debate de todo tipo y condición en distintas materias y áreas.

En lo cultural, que es lo que nos concierne, se ha propagado un curioso fenómeno que consiste en la creación de grupos apolíticos y sin subvención pública alguna que, de manera totalmente altruista y gratuita, debaten sobre un buen número de aspectos culturales de Alicante y provincia. Una tendencia nada baladí ni anecdótica, a la vista de los numerosos grupos creados, la cantidad de integrantes de que se nutren (algunos alcanzan los 5.000 miembros) y, sobre todo, por la calidad de los comentarios, discursos y temas que aparecen en estos nuevos circuitos informativos.

Literatura, música, tecnología, arquitectura, patrimonio, lengua, arte, cine... poco o nada se salva de estos grupos culturales alicantinos que funcionan además como una vía de contacto entre sus mismos componentes (ya sea para convocar un concurso, o para ofrecer una sala determinada para un concierto). Son, en definitiva, plataformas digitales que manejan cada vez más y con mayor fuerza la opinión pública y que, en principio, no deberían escapar a la mirada de ningún asesor político.

Alicante Vivo es uno de los grupos más dinámicos que, allá por el 2007, nació como un blog pero que, hoy por hoy, cuenta con una fuerte presencia en Facebook y Twitter. De hecho, muchas de las "conversaciones" con las que alimentan las redes sociales se multiplican, debido en buena parte a sus más de 5.000 miembros.

Para los alicantinos Alfredo Campello y Rubén Bodewig, administradores de Alicante Vivo, su objetivo pasa por "acercar la cultura de Alicante y provincia a la gente" y, por ello, "lo que pretendemos es que cada mañana la gente, antes de empezar a trabajar, entre y aprenda algo sobre Alicante y aporte sus conocimientos sobre la misma, porque tan importante son los artículos como los comentarios de la gente".

"Por desgracia, una de las características de los alicantinos suele ser con frecuencia el desconocimiento de la relevancia de nuestra historia, y esto deriva en olvido y desprecio, lo que deja vía libre para que se permita impúnemente que nuestra identidad vaya desapareciendo. Y en lo que se refiere a la provincia, tenemos tesoros naturales, gastronómicos y patrimoniales que no tienen nada que envidiar a lo que muchos alicantinos buscan muy lejos en sus viajes, y los tienen a apenas unos kilómetros", añaden Campello y Bodewig.

Uno de los trabajos prioritarios de Alicante Vivo es el cuidado y conservación del patrimonio, en su vocación siempre por ayudar y contribuir en lo posible. "Nosotros mandamos nuestras propuestas a los diferentes ayuntamientos o colectivos sin importar el color político de estos. Es cierto que en ayuntamientos como Alicante o Sant Joan algunas propuestas han sido bien recibidas, y algunas hasta se han llevado a cabo. Pero otras veces no es así, como en el derribo de los silos de San Blas, y en esos casos sólo nos queda advertir con antelación lo que puede ocurrir y luego protestar por la desaparición de uno u otro edificio histórico", afirman.

Música

Para debatir y, también, para ayudarse en la medida de lo posible en estos difíciles tiempos, nació hace un año el grupo Música y Cultura en Alicante, que cuenta con unos 350 miembros. Su administrador, el alicantino Tomás Llorca, lo puso en marcha con el deseo de potenciar el mercado musical en la provincia, al mismo tiempo que se pudiera discutir y reflexionar sobre distintos aspectos musicales. "El problema es que apenas hay sitios para tocar en directo, y con el grupo de Facebook la gente se promociona y averigua en qué salas puede actuar", afirma Llorca, quien destaca la "comunicación fácil, accesible y gratuita" de las redes sociales para dar salida a los temas culturales en la provincia. "Aunque se habla de música, también se alude a la literatura, el cine y, por supuesto, la política. Es un tema ineludible, en parte porque muchos miembros del grupo forman parte del 15-M", apunta Llorca, quien critica además la escasa atención que suscita estos canales informativos para los p0líticos: "No nos hacen caso, cuando somos muchos y muy variados los grupos culturales en la provincia. Algo en parte producido porque a muchos de ellos les ha venido de sorpresa esta tecnología".

Punt de Debat Alacantí es otro grupo cultural que, con 120 miembros, anda siempre muy activo. Uno de sus administradores, Josep Lluís Mira Conca, señaló a este medio que el nacimiento del colectivo en las redes sociales se debió a varias inquietudes como "la inexistència d'un àmbit de diàleg socio-polític que arreplegara la sensibilitat valencianista de centre, i la preocupació pels problemes que té Alacant i la seua zona d'influència, i en especial, la seua despersonalització cultural i la seua sucursalització económica".

Los temas que normalmente salen a la luz, y discutidos más o menos acalarodamente entre sus miembros, son muy variados, aunque en estos últimos días (con la celebración del 9 de octubre tan cercana), el conflictivo asunto de si la denominación de la lengua es valenciana o catalana deparó muchas líneas. "Els temes han sigut variats: des de la desaparició d'entitats bancàries alacantines o valencianes, fins a la problemática de l'ensenyament del valencià a les escolesÉ També hem de dir que hem dut a terme alguns itineraris geogràfics-culturals sobretot a l'àmbit comarcal", agregan.

Desde el Punt de Debat Alacantí se apuesta por una mayor actividad en este tipo de grupos o plataformas digitales, prueba fehaciente de la curiosidad e inquietud que mueve a la sociedad en estos tiempos de dificultades: "Una característica de les societats democràtiques i obertes és l'aparició (i de vegades també la desaparició) de tota mena d'iniciatives socials, econòmiques i culturals. El que seria preocupant és que no aparegueren. Seria una mostra d'atonia i d'esgotament espiritual per part d'una determinada societat". Pero, con todo, recuerdan que lo suyo no es acumular poder (más bien, lo detestan), puesto que su trabajo sigue el camino de otros ámbitos. "Crec que les persones interesades pel poder farien millor en integrar-se directament en partits polítics, o en associacions empresarials o inclús sindicals. Nosaltres aspirem a exercir -en tot cas- una influència d'ordre més bé intelectual, i sobretot servir per a la intercomunicació de persones que tenen unes certes característiques comunes i una sensibilitat pels temes d'Alacant i la Comunitat", concluyen.

La unión hace la fuerza

En casi todas las poblaciones hay un grupo cultural, sin dependencias de ningún color político, con ciudadanos anónimos que de forma totalmente altruista, colaboran en artículos de investigación, ponen fechas y nombres a una fotografía antigua, aportan documentación histórica o hasta recomiendan libros. Si uno se pone a contar, son miles y miles los ciudadanos de esta provincia los que están inmersos en distintos grupos culturales que, dentro de las redes sociales, apoyan y contribuyen a diario con sus contenidos. Elche, Alcoi, Torrevieja, Orihuela, Novelda, Elda, Ibi, Benidorm... muy pocas poblaciones de la provincia son las que se escapan del movimiento de estos grupos culturales apolíticos e independientes. Y es que, más allá de los debates y reflexiones con que alimentan sus foros, muchos de estos grupos sirven además como verdaderos motores culturales. Basta como ejemplo el de la plataforma Alicante 1850, que se encarga de modelar en 3-D construcciones relevantes de Alicante que fueron demolidas pese a su importancia histórica. Su administrador, el alicantino Pedro Mas, explica la iniciativa debido a que "uno de los males endémicos de esta ciudad es la falta de cultura alicantina, la falta de respeto por nuestra historia. De no ser así, quizás más de uno se pensaría hacer una pintada en el castillo de San Fernando".