Llevaba ocho años trabajando al aire libre, a orillas del Mediterráneo. Fue entonces cuando pintó Comiendo en la barca en la playa de Valencia, un duro esfuerzo ya que dado el tamaño del lienzo, de casi dos metros de altura, debía subir y bajar los escalones de una pequeña escalera de madera para poder alcanzar las zonas superiores. Corría el verano de 1898 y Joaquín Sorolla (1863-1923) había pasado casi un mes en Xàbia pintando frente al mar. La luz retenida en la retina le sirvió para realizar esta obra, última de la serie del artista valenciano en torno a una embarcación de pesca y uno de los cuadros más destacados de su producción.

Ahora, esta pieza, que se presentó en la Exposición de Bellas Artes de Madrid de 1899, se puede ver en el Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante (Mubag), de la mano del Consorcio de Museos de la Generalitat. Procedente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, esta pintura se convirtió en la obra por la que más se pagó en su época y fue la marquesa de Villamejor, madre del conde de Romanones, quien desembolsó las 30.000 pesetas en las que se valoró el cuadro.

Desde ayer y hasta el próximo 6 de mayo, Comiendo en la barca se puede admirar en la segunda planta del museo alicantino. Pero no solo esta obra. También dos trabajos preparatorios para el cuadro, procedentes de dos colecciones particulares. La primera, Mondando patatas, un óleo realizado entre 1891 y 1894, del fondo de Gavin Graham de Londres, y El santo del patrón, de 1898, un gouache sobre papel, que curiosamente tiene en el reverso un dibujo a pluma de escenas de un café de París y una cabeza de Joaquín Sorolla García en gouache.

A esto le acompaña la imagen de más de 40 bocetos y apuntes en torno a Comiendo en la barca, que han sido recopilados por la nieta de Sorolla, Blanca Pons-Sorolla, autora también del estudio pormenorizado de estas piezas, que se recoge en un libro-catálogo elaborado para esta muestra, que ya se exhibió en Valencia, y que en Alicante se acompañará también con un ciclo de conferencias.

El secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll; el presidente del Consorcio de Museos, Felipe Garín, y la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, presentaron ayer esta exposición. "Un proyecto ambicioso, que responde al proyecto de la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios de Valencia, para recuperar obras del pintor que no se hayan visto en la Comunidad", destacó Garín.

En este sentido, Luisa Pastor aseguró que es "una oportunidad única para disfrutar de estas obras juntas", sobre todo, "en este año en el que el Mubag cumple su primera década", mientras Ripoll afirmó que la intención de la Conselleria de Cultura es que esto "no sea un hecho aislado".

La Diputación vuelve al Consorcio de Museos

La exposición de esta obra de Joquín Sorolla ha servido para retomar las relaciones entre la Diputación de Alicante y el Consorcio de Museos, cuyo convenio de colaboración no fue renovado por el entonces presidente de la institución provincial, José Joaquín Ripoll. Ahora, con la presidencia de Luisa Pastor, este convenio se ha renovado para volver a entrar en el circuito de exposiciones del organismo de la Conselleria de Cultura, coincidiendo con la orientación del Mubag hacia un contenido figurativo y academicista, tal como corresponde a un museo de bellas artes. c. m.