Apenas 40 alumnos atravesaron la puerta de las instalaciones que el Liceo Francés abrió en 1962 en la calle San Vicente de Alicante. La independencia de Argelia trajo hasta la ciudad a numerosos ciudadanos franceses que salieron de aquel país para iniciar una nueva vida. La educación se planteó como algo fundamental y fue un funcionario de seguros, Fernand Feral, quien tuvo la iniciativa de abrir una pequeña escuela. Pero ese proyecto creció y cincuenta años más tarde se ha convertido en uno de los centros educativos más destacados de la ciudad.

"La verdadera hazaña era desarrollar una escuela y un sistema educativo antagónico con el modelo y el régimen que imperaba por aquellos años en España", aseguraba ayer el director del Instituto Gil-Albert y escritor, José Luis Ferris, durante la presentación del programa de actividades que se van a desarrollar, en presencia de la consejera cultural de la Embajada de Francia, Isabelle Marchi Barbaux, y de la directora del centro, Laure Mouden, que participaron después en la plantación de flores en el jardín.

"El Liceo es de todos" es el lema elegido para este aniversario, que se presentó a la sociedad en la tarde de ayer con un cóctel y que se celebrará con una programa de actividades que abarca desde una exposición fotográfica sobre la historia del centro en el MACA, hasta un ciclo de cine francés en Ciudad de la Luz, una serie de conferencias internacionales en Casa Mediterráneo y una gala en el ADDA que pretende reunir a alumnos de la promoción del 62 y de 2012.

En este medio siglo de recorrido, el Liceo pasó de la calle San Vicente a un chalé en Vistahermosa, cuando se le concedió el reconocimiento como escuela en 1967, y después amplió las instalaciones en ese mismo emplazamiento. No fue hasta 1972 cuando la Misión Laica Francesa se hizo cargo de la gestión y construyó las instalaciones en la avenida de la Albufereta, donde estuvo hasta 2005 cuando se realizó el nuevo edificio en El Campello.

Por todos ellos, o por casi todos, han pasado Brigitte Rubio y Françoise Gil Cardona que formaron parte del alumnado en los primeros años de su creación y ahora son profesoras del centro. Las dos llegaron a Alicante con su familia desde Argelia, estudiaron en el Liceo y después se formaron para volver. Brigitte Rubio lleva 37 años de profesora en esta escuela y Françoise Gil, 26. Ambas coinciden en que este centro es su vida y en que el mayor cambio en estos años ha sido la apertura a otras culturas y países "que es su gran ventaja". En el centro, afirman, se aprende "no un idioma" sino "dos culturas de forma paralela".

Por eso, "no se puede entender la historia de Alicante sin la historia del Liceo", aseguraba ayer la directora, Laure Mouden, mientras Isabelle Marchi recordaba que existen 34 centros en España "en los que proponemos un nivel de excelencia".