A medio camino entre una boxeadora y una pin-up se encuentran las patinadoras de roller derby, un deporte nacido en Estados Unidos a principios del siglo XX del que se han ido adueñando las mujeres desde los años 70. Hoy vive un repunte de popularidad que ya se manifiesta en la provincia. Brutal Roller Girls es el nombre del primer equipo alicantino de esta disciplina deportiva que, como algunos clubes de fútbol, son más que una mera asociación deportiva; el roller derby es el ejercicio de reivindicar un modelo de mujer alternativa donde no está reñido ser femenina como una animadora con ser fuerte como un quarterback.

"Se trata un poco de hacer ver y reivindicar que las mujeres también hacemos deportes de contacto. A la gente le impresiona ver a cuatro chiquillas pegándose empujones y cayéndose al suelo". Nadia Miralles, ilicitana de 23 años, es la capitana del equipo de roller derby alicantino, la presidenta de la asociación cultural con que se han registrado en Elche y además, la jammer, o "delantera" del equipo. El resto de "patinadoras brutales" son once chicas de Alicante, Elche, Crevillente y Santa Pola de entre 19 y 33 años de toda condición. "Venimos de diferentes sitios, yo soy técnico en Educación Infantil, otras trabajan en cocina, otras son estudiantes o administradoras en empresas de calzado... Somos muy normales, pero cuando nos ponemos en la pista, se desatan todos los males", exagera con una sonrisa María Jover, patinadora de 27 años que también luce en ocasiones el casco con estrella que determina la posición de jammer.

Empezaron a entrenar el pasado verano "casi de broma, porque a una le regalaron unos quads -los patines tradicionales con ruedas en paralelo- y vimos lo que era el roller derby por Internet", como recuerda María. Poco después, se empezaron a introducir en el mundillo roller derby y viajaron a un campamento en Barcelona "donde conocimos a más chicas que patinaban, nos enseñaron un montón y acabamos haciendo piña. Ahora ya somos la derby family", asegura la presidenta de las Brutal Roller Girls.

De momento, no juegan en ninguna liga. A la competición europea no llegan porque "aún no tenemos el nivel de las francesas o los demás equipos". Y en la española tampoco participan porque simplemente no hay. "Estamos trabajando en la creación de una liga oficial, porque ahora mismo sólo se celebran partidos puntuales, más exhibición y concierto que otra cosa. Es todo muy underground", admite Nadia.

Estos encuentros se celebran entre los pocos equipos que hay en España -"en Valencia hay dos, y hay también en Canarias, Madrid, Barcelona y Bilbao", apunta María- y, mientras tanto, mantienen la ilusión de oficializarse algún día con dos entrenamientos semanales en al ciudad deportiva de Elche, "a los que cada vez vienen más gente, entre novios, amigos y curiosos".

El público acude porque "no es sólo ver a un grupo de chicas matándose entre ellas", como añade Nadia. El roller derby es un deporte cultural -o una subcultura deportiva, según se mire- que suele practicarse "en conciertos de rock, punk o hardcore, porque mezcla deporte y un espectáculo creativo" apunta la jammer de 27 años. Para las jugadoras es actitud de juego, celebración de una estética "muy femenina pero a la vez agresiva" y en definitiva, un encuentro cultural que quiere huir de patrones tradicionales. Lo cierto es que los quads, el casco y las protecciones es lo que les salva de parecer un grupo de rockeras vestidas de sábado noche. "Nuestro logo son unas tibias cruzadas, llevamos medias de rejilla, culotes, y a veces, las bragas por encima de las medias", ríe María. Y eso en invierno: "en verano vamos bastante más... frescas".

Entre bromas y empujones, equipo de roller derby de Alicante vive en hermandad y soñando con que algún día lo que hacen interese a tanta gente como para crear una liga oficial. No hay prisa, aún son jóvenes y "las patinadoras de roller derby suelen retirarse muy tarde, ya cerca de los 40" comenta esperanzada la primera jammer de las Brutal Roller Girls.