¿Se considera un ejemplo a seguir o un privilegiado?

Un privilegiado. Se me han abierto puertas que a ningún discapacitado se le abren. Tengo que reconocer lo afortunado que soy. ¿Por qué a mí y no a otros?

¿Ese privilegio se debe al filme "Yo, también"?

Por supuesto. Fue una experiencia inolvidable. Fue un privilegio hacerla. Privilegio y responsabilidad porque pude decir todo lo que las personas con síndrome de Down piensan, sienten. Era un riesgo hacerla, pero me tiré de cabeza.

Tardó dos años en decir sí. ¿No se veía como actor o le daba miedo exponer su vida?

Un poco las dos cosas. No porque no quisiera hacerla sino porque era un riesgo exponer todos mis sentimientos, mis miedos. Era difícil, era desnudarse entero. Pero la verdad, visto desde ahora, mereció la pena.

¿Recibió alguna crítica?

En el Festival de San Sebastián aludían mucho a que era políticamente correcto, que un chico con discapacidad a qué va; a ganar un premio. Pero pocas. No soy una persona que me ofendan las críticas. La crítica es consustancial a la discapacidad.

¿Qué porcentaje de lo que es hoy se lo debe a su familia?

Un cien por cien, sin duda alguna. Lo han sido todo. Apoyo, refugio, sostén en los momentos duros. Atentos siempre a lo que hacía. Árbitros muy exigentes. Podía haber sido el más mimado porque tengo síndrome de Down y soy el menor de cuatro hermanos. Me mimaban, pero no me protegían. Eran un poco desalmados en ese sentido.

¿La sobreprotección familiar no es un handicap?

Por supuesto. Es el gran problema, sobre todo cuando los padres son mayores. Piensan que es lo mejor, pero es falso; lo que te hacen ser es muy dependiente

Lo pasó mal en la adolescencia.

Fue en un curso. Todo eso te curte. No todo va a ser de color de rosa. No tengo queja del instituto a pesar de que cuando entré el claustro votó si me admitía o no. En 2º de BUP a los chicos no les caí en gracia.

¿Ha vuelto a vivir otro momento de discriminación?

No. Al contrario, he tenido puertas abiertas, facilidades. Mi madre dice que tengo estrella, ángel...[ríe]. Es verdad, pero también ha habido problemas.

¿Ha cumplido sus sueños?

Me quedan algunos. Tener una familia, una pareja, hijos, vivir independiente.

¿Qué dificultades hay para encontrar una pareja?

El miedo al qué dirán. Si antes era difícil decirle a un padre: "me he enamorado de un negro". Imagínese: "tengo un novio con síndrome de Down".