María Adánez se ha metido en la piel de la joven y cándida Fanchon hasta hacer de su caso una reivindicación personal. Protagonista junto a Cristina Marcos, quien da vida a su experimentada prima Susanne, Adánez asegura que esta comedia "deliciosa" está de actualidad. El texto, una adaptación del ganador del Premio Nacional de Dramaturgia de 2009, Paco Bezerra, funde dos novelas dialogadas del siglo XVII, L'ecole des filles au La Philosophiedes dames, de Michel Millot y Ragionamenti, de Pietro Aretino, que dan peso histórico a este libreto en homenaje a las mujeres, al placer y al sexo. Mañana se estrena en el Teatro Principal de Alicante.

¿La obra informa de la situación que vivían las mujeres en el XVI o es una crítica actual?

Yo creo, desgraciadamente, la función sigue vigente hoy en día en muchos aspectos. Cuando se escribió debió haber sido ser muy escandalosa. De hecho, se dice que el libro L'école des filles au La philosophie des dames, obra en la que está basado el trabajo de dramaturgia de Paco Bezerra, está en la "biblioteca del infierno" de París y que Millot fue llevado a la hoguera por escribir esta novela. Fue algo muy tremendo para la época. Nosotros, porque vivimos en este país, que goza de una serie de libertades, pero hay miles de millones de ejemplos de mujeres que aún hoy son asesinadas hasta por conducir... Justo cuando empezamos los ensayos, nos llegó que un profesor había sido asesinado en Afganistán delante de sus alumnas por haberles enseñado a leer en una escuela clandestina. Nos impactó mucho.

La calificación de la obra es para mayores de 16 años. ¿La mantendría si dependiera de usted?

Bueno, yo creo que no. A mí me parece que el sexo explícito de la función se percibe siempre desde un prisma de comedia y siempre de forma sutil. Es una comedia deliciosa. Además, creo que los adolescentes de hoy ya tienen más que vistas y oídas las cosas que se dicen en la obra. La generación de jóvenes de hoy es muy diferente a la nuestra.

¿Cómo se trata el sexo en esta obra sobre sexo?

Aquí es todo verbal, no hay nada visible. Es una conversación entre dos primas, no hay escenas eróticas, no hay relaciones entre ninguno de los personajes... Es sólo una prima que instruye a la pequeña en la sexualidad, una especie de Uma Thurman en Amistades peligrosas. Mi personaje, Fanchon, a pesar de que no es ninguna niña, está verde-verde, no sabe ni cómo se queda una mujer embarazada... Respecto a la sexualidad hay una gran hipocresía hacia la gente joven, porque se le da mucha importancia mientras que nos comemos violencia en la tele y en los videojuegos con patatas fritas.

¿Ha aprendido algo de su personaje?

Sí, claro. Todos los personajes te dejan un poso y mientras los estás interpretando hay una conexión importante. De ella me gusta su inocencia, ese candor hacia la vida. Es un valor perdido. Aunque claro, ella empieza de una manera y acaba de otra totalmente distinta. En la obra hay un mensaje de fondo muy interesente, y es que cuando realmente instruyes y le das educación e información a una persona, puede ser peligroso.

¿Qué lleva a una persona como Fanchon a desobedecer?

Lo que le pasa a ella es lo que les pasa a muchas mujeres de hoy en día, le retiran la información, no le dejan ni leer nada que no estime conveniente su padre. Hasta hace muy poco, la mujer no accedía a la educación, y ella es una mujer inquieta a la que le gustaría tener una profesión. Podría haber sido una pequeña Hipatia, veterinaria o científica. La escuela para ella es simplemente tener una prima como Susanne, quien se ha enterado de que la van a meter como novicia y antes de que la obliguen a cometer un error en su vida decide instruirla en la sexualidad para que pueda elegir. La instrucción de la sexualidad es un vehículo hacia la libertad de pensamiento. Es una metáfora hacia la libertad de Fanchon, para que pueda elegir más o menos si quiere ser moja, madre o prostituta, ya que entonces una mujer no tenía muchas más opciones.

Conoce el éxito y el fracaso en televisión. ¿Ha conseguido averiguar qué quiere ver la gente?

El éxito de una serie depende de unas cosas fijas, como es un buen guión y un buen reparto. Pero muchas otras veces se te escapa por qué hay series que no cuajan. No sé, quizá sea la franja horaria, o que necesitan más tiempo en antena para que se desarrollen.