Puestos en pie y con una gran ovación. Así terminó la pasarela benéfica de Manuel Espuch para la Asociación Pro Discapacitados Psíquicos de Alicante, Apsa, el pasado jueves en la Plaza Gabriel Miró que tuvo como objetivo recaudar fondos para los niños de hasta seis años. La cita para ver la nueva colección de Espuch -este gran modisto sólo hace un desfile al año y siempre a beneficio de APSA- se ha hecho hueco en el calendario social de la capital como uno de los eventos con más glamour.

Además del apoyo de la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, y de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que acudió junto a las concejales Asunción Sánchez Zaplana y Oti García Pertusa, hay que destacar el apoyo entusiasta del nutrido grupo de colaboradores de esta asociación sin ánimo de lucro empezando por su presidenta Nito Manero, de Carlos Giner, director general; de Pilar Caturla, junto a Luis de Castro, Carmina Lola Hermida, entre otras. Y la implicación también de los restauradores de la zona, en especial de Mª Luisa de La Sastrería, que apoyó el evento desde sus orígenes y que esta vez disfrutó de la velada en compañía de su madre, también de nombre María Luisa; de Gabi y Bibi Requena, de La Barrita de Gabi o de Pele con su Mejillonera por citar a alguno, aunque se unieron hasta 11 locales de la zona para ofrecer el vino de honor previo a la pasarela. Una cita que cada año suma más. Como el apoyo de Toni Espuch, de Azul Tierra, hermano del modisto y que apoyó el evento con la decoración de la plaza y, por supuesto, la colaboración también desinteresa de las diez modelos de la agencia alicantina Escala que desfilaron de forma brillante, con botas y sandalias de infarto de Tempe.

Una cita benéfica que congregó a cerca de 500 personas, con un precio de 30 euros la entrada, entre las que vimos a rostros destacados como Yeyes Dols Samper, madre de José María Manzanares, junto a María José Javaloyes, Aurea Gran, Pepi Muñoz Cuenca, Lola Bertó, Esperanza Pérez FabraMarisé Ferrero; a muchos de los voluntarios de APSA como Pilar Méndez, Carmina, Concha y Mercedes, así como a la exdirectora de Ciudad de la Luz, Elsa Martínez y también a Raquel Ferrando o a Reyes Caballero, que ayudó en la organización del evento.

También acudieron otras caras menos conocidas pero todas, unas y otras, con un cuidado look. Al final, se trataba de un desfile de alta costura aunque a Manuel Espuch no le guste aplicar en España un término que sólo se entiende en Francia.

Para Espuch la moda es la vuelta a la esencia de épocas pasadas, la del trabajo por encargo como cuando nuestras abuelas cuando recibían en casa a costureras y bordadoras para acudir a los grandes y escasos eventos de antaño; el uso de materiales nobles, los colores naturales que ofrece la madre tierra, y la atención esmerada y personalizada a cada una de sus clientas, ahora en su atelier o taller de diseño situado en la misma plaza de Gabriel Miró. Un espacio recuperado de forma exquisita, moderna y funcional que todo alicantino debería conocer mediante cita previa. Allí duerme, entre costureras y bordadoras, la creativa y atrevida colección que vimos, toda ella cargada de reminiscencias de los años setenta y ochenta, jugando con volúmenes y texturas a través de plisados y abullonados, con minuciosas aplicaciones y bordados de pedrería y unos mutones de zorro de colores irresistibles. Una nueva colección dedicada a su tía Ali y que sólo había enseñado antes de su presentación en Alicante, a su hermano Toni, que no pudo contener las lágrimas de la emoción, y a su madre, Mª Carmen.

La puntada. Fiesta por todo lo alto del Grupo Antón para celebrar su medio siglo de vida el pasado jueves en IFA. Con una fiesta temática dedicada al mundo del circo, hicieron que sus más de 1.200 invitados disfrutaran a rabiar, y pasaran de la lágrima a la risa como si nada. Enhorabuena a José y a Maite Antón, al frente del Grupo Antón; a los fundadores Antonio Antón y María Teresa Puntes, y también al equipo que organizó un evento lleno de magia, suspense y atracciones. Los teléfonos de Victoria Ferrete, directora de eventos; Manuel Muñoz, responsable de la creatividad, y Javier Baeza, director artístico, echaban humo al día siguiente. Todo fueron felicitaciones.