No ha sido el cielo de Río de Janeiro sino el suelo el que se ha teñido ayer de negro, con la asistencia de unas 100.000 personas vestidas de este color para reverenciar, en la tercera jornada del Rock in Rio, a tres dignos representantes del heavy metal: Slipknot, Metallica y Motorhëad.

Recién llegados de su colaboración discográfica con Lou Reed, un proyecto de raíz literaria y expresionista llamado "Lulu", Metallica ha vuelto por sus fueros con un concierto de rock enérgico y contundente.

El grupo ha realizado un repaso a su carrera, que se inició a principios de los 80 dentro de la agresiva y rápida línea del "trash metal" y que fue evolucionando hacia terrenos del gusto de un público más mayoritario, lo que les reportó a la larga nueve premios Grammy y grandes éxitos como "Nothing Else Matters".

De sus nueve discos de estudio, cinco de los cuales lograron debutar en el número 1 de ventas de EEUU, hoy ha vuelto a brillar aquel al que pertenecen ese y otros muchos bombazos, "Metallica" o el álbum negro, su conversión al "mainstream" y el trabajo más vendido de la historia de la música de los últimos 20 años.

No podía ser por ello de otra forma y, junto a reliquias de culto como "Seek & Destroy", broche del concierto, "Creeping Death" o "Master of Puppets", Metallica ha incorporado a su repertorio clásicos de aquel disco como "Enter Sandman" y la misma "Nothing Else Matters".

Antes que ellos, otras bandas habían hecho temblar ya los cimientos de la Cidade do Rock con sus punteos explosivos. Después de la notable actuación de Sepultura en el escenario "Sunset" con Tambours du Bronx, ha sido el turno de otro grupo legendario, los británicos Motorhëad, con el carismático Lemmy al frente, el único miembro original que queda entre sus filas.

El humo se ha tornado en fuego con la llegada de los estadounidenses Slipknot, un grupo nacido en los años 90, que ha llegado aquí tras la importante pérdida el pasado año de uno de sus fundadores y principal compositor, el bajista Paul Gray.

No todo acaba aquí para el metal en Río de Janeiro, pues el festival contará con un epílogo en el último fin de semana con la participación de otra banda legendaria del rock, Guns N' Roses, así como la de los más recientes Evanescence y System of a Down.